La NASA ya lo comunicó: en los próximos días habrá una potente lluvia de "bolas de fuego" que decorará el cielo nocturno en varios puntos del mundo. Este fenómeno mantiene a los astrónomos y aficionados del espacio exterior en vilo, ya que se trata de una situación que pasa con frecuencia centenaria.
Este suceso se debe nada más y nada menos al cometa 109P/Swift-Tuttle que tiene un tamaño de 26 kilómetros y tarda 133 años en orbitar la Tierra. De forma anual, este cuerpo se desprende de residuos que se ven desde el cielo terrestre como una impactante lluvia de meteoros que tiene su punto de mayor actividad a mediados de agosto, precisamente entre el 12 y el 13.
Según dio a conocer la NASA, este suceso es "la mejor lluvia de meteoros" del año, ya que en su punto de mayor actividad permite ver entre 50 y 100 meteoros por hora. Generalmente, este fenómenos suele apreciarse mejor en el hemisferio norte del planeta justo antes del amanecer, pero es posible observarlo desde el sur, especialmente en zona rurales o alejadas de la actividad lumínica de la ciudad, si se asiste a un lugar oscuro después de las 22 horas.
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Qué es una lluvia de meteoros
Una lluvia de meteoros es, en esencia, un "desprendimiento" de residuos por parte de cometas. Cuando los cometas empiezan a orbitar alrededor de la Tierra, desprenden una estela de polvo, entonces cuando el planeta cruza esta órbita de forma anual, los fragmentos colisionen con nuestra atmósfera, donde se desintegran creando vetas brillantes y coloridas en el cielo.
Al tratarse de un cometa tan grande, incluso mayor que el que acabo con la vida de los dinosaurios en la Tierra hace millones de años atrás, su estela de polvo suele ser mayor y por eso los fragmentos que colisionan con la atmósfera de la Tierra son tan frecuentes y brillantes.
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