Ernesto Tenembaum realizó un agudo análisis sobre la actualidad económica del Gobierno y puso en jaque la columna vertebral del discurso de Javier Milei: su dogma sobre la inflación y el libre mercado. En un editorial cargado de definiciones políticas, el periodista marcó que el modelo libertario "empieza a crujir" por la cantidad de excepciones a la regla que el propio mandatario aplica.
Para el conductor, el Presidente se encuentra atrapado en su propia retórica. "Milei, siento yo, si fuera honesto en su planteo, está a punto de darse cuenta que la inflación no solo es un fenómeno monetario", sentenció Tenembaum, desafiando la frase de cabecera que el libertario repitió hasta el cansancio durante años.
El punto más alto del análisis llegó cuando el periodista contrastó la teoría mileísta con la realidad de su gestión. Recordó que Milei solía asegurar que cualquier intervención en el proceso de formación de precios (como un cepo o aranceles) generaba una "falla de mercado" que inevitablemente derivaba en el comunismo. Sin embargo, la realidad muestra otra cosa. "Esa frase también está desmentida por la realidad, porque él hace dos años le pone trabas al libre funcionamiento de las cosas", explicó Tenembaum, refiriéndose al cepo que se mantiene para las empresas y la intervención sobre el dólar. La conclusión del periodista fue lapidaria, utilizando la propia lógica del Presidente en su contra: "O aquella frase estaba mal o vamos camino al socialismo".
La "mentira" de Javier Milei
Tenembaum también utilizó el ejemplo de Donald Trump para exponer la contradicción. "Trump con los aranceles es un clásico caso que, para su mirada anterior, va camino al socialismo", ironizó, marcando que el ídolo político de Milei aplica medidas que el libertario denostaba en sus libros teóricos. Finalmente, el periodista se refirió a la construcción del relato oficial, asegurando que "todo presidente es un mentiroso porque es un vendedor, tiene que vender su Gobierno".
En esa línea, desmitificó el supuesto "éxito" financiero aislado y lo atribuyó al blindaje político externo: "Fueron los 7.000 millones de dólares del campo, las dos reuniones con Trump, la visita de JP Morgan y Scott Bessent tuiteando todos los días. Eso es lo que salvó el plan".
