Las frutillas son las frutas estrellas de esta época del año y por eso, además de estar súper ricas, están más baratas que nunca. Para aprovechar este contexto, una de las recetas ideales para realizar es mermelada de frutillas, que dura mucho tiempo en la alacena y es muy rendidora.
Las frutillas son una fruta beneficiosa para la salud debido a su alto contenido de vitaminas, antioxidantes y fibra; además de su aporte de vitamina C, que fortalece el sistema inmunológico y contribuye a la producción de colágeno, ayudando a mantener la piel sana.
Por otro lado, los antioxidantes naturales de las frutillas favorecen la salud celular y reducen el riesgo de enfermedades crónicas. También son bajas en calorías e hidratan gracias a su alto porcentaje de agua, lo que las convierte en una excelente opción para incluir en una dieta equilibrada, fresca y rica.
Receta de mermelada de frutillas
Ingredientes
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1 kg de frutillas frescas.
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700 g de azúcar.
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Jugo de 1 limón.
Paso a paso
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Lavar bien las frutillas, quitar las hojas y cortar en trozos (si querés una mermelada más rústica, podés dejarlas más grandes).
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Colocar en un bowl las frutillas con el azúcar y el jugo de limón. Mezclar y dejar reposar 1 hora para que larguen su jugo.
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Volcar la mezcla en una olla y cocinar a fuego medio, revolviendo cada tanto para que no se pegue.
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Cuando rompa hervor, bajar el fuego y continuar la cocción unos 30 a 45 minutos, hasta lograr la textura deseada.
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Para comprobar el punto, colocar un poquito sobre un plato frío: si se espesa y no corre, está lista.
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Retirar la espuma superficial si se forma, para que quede más brillante.
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Envasar caliente en frascos de vidrio esterilizados, cerrar bien y dar vuelta el frasco para sellar al vacío mientras se enfría.
Receta de tarta de frutillas
Ingredientes
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1 masa sablée o masa de tarta dulce lista (también puede ser casera).
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500 g de frutillas frescas.
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500 g de crema pastelera (casera o comprada).
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2 cucharadas de mermelada de frutilla o brillo para tartas (opcional).
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Azúcar para espolvorear (opcional).
Paso a paso
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Forrar un molde para tarta con la masa sablée, pinchar la base con un tenedor y hornear a 180 °C hasta que esté dorada. Dejar enfriar completamente.
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Lavar las frutillas, quitar las hojas y cortarlas por la mitad o en láminas.
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Distribuir la crema pastelera sobre la base ya fría, alisando con espátula.
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Acomodar las frutillas por encima de manera prolija cubriendo toda la superficie.
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Pincelar con mermelada de frutilla tibia o brillo para tartas para que tengan un acabado brillante y se conserven mejor.
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Llevar a la heladera al menos 1 hora antes de servir para que tome firmeza.
