En un país donde el mate funciona como ritual cotidiano, la pastafrola ocupa un lugar de privilegio en la mesa argentina. Heredada de la inmigración italiana y resignificada por cada familia, esta tarta dulce con membrillo o batata tiene mil versiones. Mientras la manteca suele ser la base tradicional, el aceite se volvió la opción práctica, económica y ligera que gana terreno en los hogares.
No se trata solo de una receta: es también un recurso popular frente a la inflación que encarece los insumos básicos. Como señalan portales de cocina y economía doméstica, hacer una pastafrola casera puede costar hasta un 40% menos que comprarla en la panadería. Y además, permite sumar un extra si se busca revender.
Ingredientes para una pastafrola con aceite
Para preparar esta receta fácil necesitás:
- 2 tazas de harina leudante (400 gramos) o harina 0000 + 1 cucharadita de polvo de hornear.
- ½ taza de azúcar (150 gramos).
- Ralladura de limón y esencia de vainilla.
- ¼ de taza de aceite (90 ml).
- 2 huevos.
- 500 gr de dulce de membrillo o batata.
Paso a paso: cómo hacerla en pocos minutos
- Formar la masa: en un bowl, mezclar harina, azúcar, ralladura de limón y esencia de vainilla. Incorporar los huevos y el aceite hasta lograr una masa tierna y uniforme.
- Estirar y rellenar: cubrir un molde enmantecado o aceitado, reservar un poco de masa para las tiras y rellenar con dulce de membrillo o batata previamente ablandado con unas cucharadas de agua caliente.
- Decorar y hornear: armar las clásicas tiras cruzadas por encima, llevar a horno medio (180°) durante 30 a 40 minutos, hasta que la superficie esté dorada.
Los consejos para una buena pastafrola
- Masa tierna, pero firme: no sobreamasar. Apenas unir los ingredientes hasta lograr una masa uniforme. Si la trabajás demasiado, queda dura.
- Aceite o manteca fría: si usás aceite, sumá ralladura de limón o naranja para realzar el sabor. Con manteca, conviene usarla fría y en cubos.
- Dulce más fácil de manejar: cortá el dulce de membrillo o batata en trozos y calentalo con un chorrito de agua o vino tinto suave hasta que se ablande y se pueda untar.
- Equilibrio entre masa y relleno: la base no debe quedar demasiado gruesa; lo ideal es un centímetro aproximadamente. Así el dulce no se pierde en exceso de harina.
- Tiras prolijas: para las tiras decorativas, armá cilindros finos o estirá la masa con palote y cortá con cuchillo o ruedita. Se hornean mejor si están frías.
- Horneado justo: 180° de 30 a 40 minutos. Tiene que dorarse apenas arriba y abajo, pero sin secarse.
- Reposo antes de cortar: aunque dé ansiedad, conviene esperar a que enfríe un poco para que el dulce se asiente y no se desarme la porción.
- Extra sabor casero: podés sumar una cucharadita de miel o de esencia de almendra a la masa. Realza el perfume y le da un toque único.