Mientras el presidente Javier Milei minimiza el cierre de empresas y asegura que la economía vuela, la realidad de los trabajadores despedidos muestra otra cara. En su editorial de GPS, por América TV, el periodista Rolando Graña fue lapidario con el modelo libertario.
El periodista apuntó directamente contra el relato oficial que romantiza la pérdida del empleo formal. "Si a alguien lo echan y tiene la suerte de cobrar una indemnización, puede que crea esa especie de lema, verso, sonsonete, de que detrás de cada crisis hay una oportunidad. Sí, para uno en cada 100", disparó Graña, tirando por tierra la teoría de la meritocracia en medio de la recesión.
Graña advirtió que son "muy pocos" los que logran reinvertir ese dinero y estar mejor que antes. "El tipo que invierte la indemnización, si es buena y se compra un auto para hacer Uber, no siempre gana más. Termina siendo su propio patrón y termina trabajando horas de más", explicó sobre la precarización laboral disfrazada de libertad.
El dato que expone la crisis: el boom de Rappi
Para contrastar el discurso de Milei, el conductor mostró un informe de la propia empresa Rappi que evidencia cómo los despedidos se volcaron masivamente a las aplicaciones para sobrevivir. "Mientras Milei hablaba y decía estas cosas, salió un informe de Rappi. Entre noviembre de 2024 y noviembre de 2025, la cantidad de repartidores pasó de 43.000 a 151.000. Se triplicaron", reveló el periodista. El dato es contundente: "Efectivamente, gente despedida se puso a hacer Rappi".
Sin embargo, Graña explicó la trampa de este fenómeno: la saturación del mercado. Aunque los pedidos crecieron un 29%, la oferta de mano de obra desbordó la demanda. "El problema es que hay muchos más repartidores. Aumentó la actividad, pero habiendo tantos, hay menos trabajo y hay menos facturación para cada uno", detalló. "Para mucha gente que dijo 'bueno, cobro indemnización y me arreglo con el Uber o con el Rappi', está difícil y cada vez va a estar más difícil", cerró.
