Carlos Gardel marcó la historia del tango en Argentina pero también fue muy importante para miles de personas que lo consideran un ícono popular. Entre todas las anécdotas que circulan sobre "El Zorzal" salió a la luz una historia desconocida en la que el cantor reavivó la mística de un pueblo de Santa Fe con un cajón de manzanas.
En medio de su gira internacional de 1933 Carlos Gardel visitó la provincia de Santa Fe y tuvo que hacer una parada en el Coronda por un desperfecto mecánico en su auto. La avería ocurrió frente a la casa de la familia Boggino, que salió a socorrer al cantor sin saber de quién se trataba. “Mis padres colaboraron en solucionar el desperfecto. Él agradeció con una caja de manzanas, porque dinero no les dio”, recordó Lucy Boggino, hija de Domingo, en declaraciones a El Litoral.
La increíble sorpresa oculta en el cajón de manzanas
Pero lo que empezó como un acto de solidaridad se convirtió en una sorpresa cuando en la casa Boggino abrieron el afiche en el que venían envueltas las manzanas. “Mi papá ve la foto y reconoce al señor que había estado en el vehículo. Era Gardel”, sumó Lucy.
Desde ese momento, la anécdota de Carlos Gardel y el cajón de manzanas se convirtió en un cuento clásico de Coronda, reviviendo la mística del pueblo santafesino: “Para mi viejo fue algo muy emotivo. Siempre lo contaba, siempre lo recordó”.
Carlos Gardel murió el 24 de junio de 1935 en Medellín, Colombia, a los 44 años, en un trágico accidente aéreo cuando su avión chocó durante el despegue, impactando contra otro avión en el aeropuerto. Su muerte conmocionó al mundo del tango y su legado perdura, con historias que reviven su memoria.
