La nueva película argentina, La mujer de la fila, dirigido por Benjamín Ávila y producido por Argentina y España, se construye sobre una historia real y conmovedora. Este filme narra la experiencia vital de Andrea Casamento (interpretada por Natalia Oreiro), una madre de clase media cuya vida cambia abruptamente cuando su hijo de 18 años es detenido injustamente por la policía, acusado de robar empanadas.
La historia parte del arresto de su hijo en 2004, acusado de un robo que nunca cometió, y quien durante seis meses permaneció en prisión hasta ser absuelto. Ese episodio impulsó a Casamento a fundar la Asociación Civil de Familiares de Detenidos (ACiFaD), organización que brinda contención y visibilidad a quienes sufren el mismo dolor: familias en la fila frente a la cárcel.
Contexto histórico de "La mujer de la fila"
La película no es una ficción inspirada libremente, sino una obra que recrea fielmente una experiencia real, con el propósito de visibilizar una problemática social que suele pasar desapercibida. La labor de Andrea Casamento trasciende la tragedia individual y se convierte en símbolo de resistencia colectiva.
El largometraje se destaca por su fuerte compromiso con la verdad histórica: muchas de las mujeres que participaron en la película son reales integrantes de ACiFaD y se interpretan a sí mismas. La producción quiso honrar sus relatos con autenticidad, integrándolas no solo como consultoras, sino también como parte fundamental del elenco.
El contexto visual refuerza una intención realista. El rodaje incluyó escenas en el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, convirtiéndose en la primera película argentina filmada en ese lugar. Esta elección aporta una atmósfera cruda y tangible, que ayuda a comprender el peso emocional y estructural del sistema penitenciario en Argentina. "No es mi vida lo que se está mostrado con el nombre de Andrea: es algo que le sigue pasando a miles y miles y miles de mujeres hoy”, declaró Casamento.
Las críticas destacan la potencia narrativa, pues la película adapta una historia real con un contexto social muy fuerte, sin dejar de lado la fuerza dramática. Desde una perspectiva social, la película plantea preguntas profundas cómo: ¿qué implica ser parte de ese grupo silencioso que espera en la vereda del penal para tener acceso a familiares y seres queridos?, ¿cómo impacta la injusticia en quienes quedan afuera?