La muerte de Chiqui Pereyra conmocionó al mundo del tango, no solo por la pérdida de una gran voz, sino por la forma repentina en que ocurrió. Silvio Soldán, su gran mentor y amigo, rompió el silencio en Radio Continental y, visiblemente quebrado, dio a conocer los pormenores del accidente doméstico que terminó con la vida del artista.
"Yo no puedo superar la tristeza del día del accidente. Me dolió muchísimo porque lo quería entrañablemente", confesó el histórico animador de Grandes Valores del Tango, antes de relatar la secuencia fatal que llevó a Pereyra a la internación y su posterior deceso.
Soldán describió el estilo de vida del cantante, alejado de las luces de la ciudad y conectado con la naturaleza, escenario donde ocurrió la tragedia. "Le gustaba mucho la vida de campo. Vivía en una chacrita y tenía como una veintena de perros", detalló.
Según explicó el conductor, el accidente se produjo mientras Pereyra realizaba tareas de mantenimiento en su hogar: "Resulta que fue a podar un árbol con una escalera y no sé qué pasó, si se mareó, se tropezó, se cayó de espaldas, se golpeó la cabeza y pasó todo lo que pasó esta semana". El desenlace fue devastador. "Fue tremenda para él, pobrecito. No se recuperó nunca, estuvo inconsciente todo el tiempo", lamentó Soldán sobre la agonía de su amigo.
Cómo se conocieron
En medio del dolor, Soldán también quiso recordar el inicio de todo. Se adjudicó con orgullo el haber descubierto a esa "voz estupenda" en el sur del país hace más de cuatro décadas. "Yo lo traje del sur, de su localidad. Año 1978. Me acuerdo bien porque era el año del mundial de fútbol", rememoró. El hallazgo ocurrió durante la Fiesta de la Manzana en General Roca, Río Negro. "Se me ocurrió una cosa: ¿por qué no hacemos un concurso para elegir un cantante y lo llevamos a Buenos Aires?", contó. Cuando Pereyra subió al escenario, la respuesta fue inmediata: "Una ovación lo recibió. Dijimos 'este es un fenómeno'. Una voz estupenda, una calidad realmente profesional".
