El esperado festival de música Buena Vibra ha vuelto para anunciar su edición 2026: el evento sucederá el sábado 21 de febrero en Ciudad Universitaria, Buenos Aires. Las entradas ya están a la venta.
Desde el 4 de diciembre se abrió la venta general de tickets a través de la web oficial: www.venti.com.ar. Según lo informado por la organización, en esta edición no se usará el sistema cashless, como en años anteriores, para optar por un formato más directo y cómodo para el público.
Line up 2026: artistas confirmados
El festival anunció una grilla con una mezcla de referentes consagrados y nombres de la escena emergente. La lista completa de quienes tocarán este año:
- Wos
- El Kuelgue
- Conociendo Rusia
- Marilina Bertoldi
- Usted Señalemelo
- Emmanuel Horvilleur
- Gauchito Club
- Silvestre y La Naranja
- Camionero
- Evlay
- An Espil 442
- Bestia Bebé
- Vinocio
- La Valenti
La historia del festival Buena Vibra
El festival Buena Vibra nació como un espacio de encuentro de la escena independiente y alternativa de Buenos Aires. En sus primeras ediciones se realizó en espacios pequeños y fue creciendo paulatinamente. Con el tiempo, el festival escaló: en 2019 tuvo una edición en grande, con artistas emergentes que ya empezaban a destacarse. En otra edición se realizó en el Hipódromo de Palermo, convocó a miles de personas y consolidó su lugar en la agenda cultural porteña.
Con el paso de los años, Buena Vibra supo combinar artistas consagrados con talentos emergentes. Bandas y solistas como Bándalos Chinos, Él Mató a un Policía Motorizado, Miranda!, Juana Molina, Fito Páez, Barbi Recanati, entre otros, pasaron por sus escenarios.
A pesar de que con los años ha crecido en escala, lo que sigue siendo distintivo del festival es su vocación por mantener una escena local fuerte: la idea es fomentar el talento local, tanto consagrado como emergente, y ofrecer un espacio de diversidad, mezcla generacional y musical.
Según sus organizadores, la edición 2026 “reafirma su compromiso con la escena local alternativa”, consolidando referentes y dando visibilidad a nuevos proyectos. En ese sentido, el festival no persigue exclusivamente la fama o el lucro: su espíritu tiene que ver con comunidad, culturas jóvenes, energía colectiva y “música sin etiquetas”.
