Insólito: la historia del piloto de F1 que fue atropellado por el coche de seguridad

Una historia única en la Fórmula 1, donde un joven japonés con sueños de grandeza terminó siendo recordado por un accidente tan insólito como doloroso.

21 de septiembre, 2025 | 18.19

El mundo de la Fórmula 1 está lleno de hazañas, tragedias y anécdotas, pero pocas tan peculiares como la de Taki Inoue. Este piloto japonés, que debutó en la máxima categoría en 1994 y corrió de manera oficial en 1995 con el equipo Footwork Arrows, quedó en la historia no por sus resultados deportivos sino por un episodio increíble: fue atropellado por el coche de seguridad.

La llegada de Inoue a la F1

Nacido en Kobe en 1963, Inoue forjó su carrera en categorías menores de Europa, destacando en la Fórmula 3000. Con un fuerte apoyo económico, consiguió un asiento en la Fórmula 1 a mediados de los años noventa, cuando la categoría se abría a pilotos con respaldo financiero más que por talento demostrado. Su debut se dio en 1994 en el Gran Premio de Japón, y al año siguiente aseguró un lugar como piloto titular en Footwork Arrows. Aunque sus resultados fueron discretos —sin sumar puntos—, Inoue se ganó la simpatía del paddock por su carácter jovial y, después, por el accidente que lo marcaría para siempre.

El accidente con el coche de seguridad

En el Gran Premio de Hungría de 1995, Inoue sufrió una avería en su coche durante una sesión de prácticas. Cuando bajó del monoplaza para intentar regresar a boxes, se produjo lo inesperado: el coche de seguridad, un Opel Vectra preparado especialmente para la F1, perdió el control al llegar a la zona de rescate y atropelló violentamente al japonés.

Inoue salió despedido y cayó al suelo, siendo trasladado inmediatamente al centro médico del circuito. Afortunadamente, el accidente no le produjo heridas graves, aunque sí múltiples contusiones y un golpe emocional que quedaría para la historia. En tono irónico, el propio piloto declaró años después: “Soy probablemente el único hombre en el mundo atropellado por el coche de seguridad de Fórmula 1”.

El coche de seguridad: un Opel Vectra modificado

En aquella época, la FIA utilizaba diferentes modelos de coches de seguridad según los acuerdos comerciales. Para 1995, uno de los elegidos fue el Opel Vectra, un sedán de cuatro puertas equipado con un motor de cuatro cilindros de 2.0 litros, capaz de desarrollar alrededor de 150 caballos de fuerza en su versión civil.

Sin embargo, para cumplir su función en la F1, el Vectra estaba modificado con suspensiones reforzadas, neumáticos de alto rendimiento y mejoras en los frenos. Su potencia seguía siendo limitada comparada con los monoplazas, pero suficiente para mantener un ritmo adecuado en pista en condiciones de seguridad. El vehículo también contaba con equipos de comunicación y señalización para coordinar con los comisarios de carrera.

Un legado peculiar

La carrera de Taki Inoue en Fórmula 1 no dejó grandes resultados deportivos, pero su nombre quedó grabado en la memoria colectiva por un hecho insólito. Su historia recuerda que, incluso en un deporte tan tecnológico y veloz, el azar y lo inesperado pueden dejar marcas imborrables.

Hoy, Inoue se dedica a comentar el automovilismo con un estilo humorístico en redes sociales, donde no duda en reírse de su propio destino. Así, el piloto japonés pasó de ser un competidor olvidado a un personaje de culto, recordado como “el hombre que fue atropellado por el coche de seguridad”.