El ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó ahora que busca desistir de la opción de emitir deuda con legislación extranjera para afrontar una parte del pago de 4.300 millones de dólares ante acreedores privados que vencen en enero próximo, luego del fracaso de la emisión del BONAR 2029 a inicios de mes.
“Trataremos que no la haya. El objetivo es ir eliminando la dependencia que el país tiene con Wall Street. Lo vamos a poder lograr? Nosotros creemos que sí”, contestó Caputo a una pregunta de un seguidor en redes sociales.
En ese sentido, ante la repregunta de otro seguidor sobre si los vencimientos de enero se afrontarían con un repo o con emisión bajo ley local, el ministro de Economía agregó: "El repo ya nos asegura que podemos. Pero estamos trabajando en otras alternativas de cara al futuro. Queremos que Wall Street sea una fuente de financiamiento marginal para Argentina (bonos soberanos al menos)".
"Es muy difícil que un país pueda crecer sostenidamente en el tiempo sin un mercado de capitales interno más desarrollado. Este es un punto central de mediano y largo plazo. Y este gobierno, más allá de tener que lidiar con la coyuntura de corto plazo, está tratando de sentar las bases para que es este período de crecimiento sea de largo plazo", justificó además Caputo.
El Gobierno ya cuenta con cerca de 1.800 millones de dólares producto de compras en el mercado y de la colocación de BONAR 2029, a lo que debe sumarse los 700 millones de dólares que va a reunir con la concesión de las represas del Comahue.
El resto del dinero puede surgir de nuevas compras del Tesoro en el mercado de cambios, de la firma del repo que se negocia con bancos o de la activación de otro tramo del swap con Estados Unidos.
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El fracaso del bono en dólares BONAR 2029
A inicios de diciembre, el propio Caputo anunció la emisión del primer bono suscripto y pagadero en dólares desde 2018. Se trató de un bono en dólares con vencimiento a 4 años -a noviembre de 2029- y un cupón de 6,5%, por un monto total de emisión de 1.000 millones de dólares.
Aunque el bono fue emitido bajo legislación local, fue festejado por el Gobierno como si se tratara de un regreso a los mercados internacionales de deuda. "Luego de casi ocho años de falta de acceso al mercado de financiamiento en dólares de mediano y largo plazo, el Gobierno Nacional vuelve a colocar un título en moneda extranjera en el tramo medio de la curva soberana", destacó entonces el ministro de Economía.
El mismo Javier Milei celebró entonces con un posteo en sus redes: “VAAAAAAAAMOOOOOO TOTO...!!! Volvimos al mercado de capitales con un bono al 2029 con cupón del 6,5% bajo ley Local. El mejor de todos los tiempos...!!! LA LIBERTAD AVANZA”.
Sin embargo, la licitación de este bono, el 10 de diciembre, no salió como el Gobierno esperaba, ya que el mismo Caputo había admitido ayer que aspiraba a que la tasa real fuera "menor al 9%".
Al contrario, la Secretaría de Finanzas informó que la Tasa Nominal Anual (TNA) teniendo en cuenta el rendimiento real del bono fue del 9,26%, la cual se eleva al 9,47% tomando la Tasa Efectiva Anual (TEA) o Tasa Interna de Retorno (TIR), que incorpora los retornos tras los vencimientos intermedios.
Esta tasa elevada para una emisión bajo legislación local implicó que el Gobierno no pueda afrontar una colocación bajo legislación extranjera, que requeriría de una tasa todavía más alta, además de instancias de promoción ante los inversores de Wall Street frente al ajustado tiempo restante para los vencimientos del 9 de enero próximo.
