Caputo ratificó el esquema de bandas del dólar: "No nos agrandemos"

El ministro de Economía habló ante la UIA y afirmó que el actual tipo de cambio no es un problema para la acumulación de reservas. Negó una devaluación.

13 de noviembre, 2025 | 10.20

El ministro de Economía, Luis Caputo, descartó nuevamente cualquier posible modificación del esquema cambiario, al ratificar el sistema de bandas tal como está hoy y afirmó que no es un problema para la acumulación de reservas.

Así lo hizo al hablar ante la Conferencia Anual de la Unión Industrial Argentina (UIA), que se realizó este jueves en el Centro de Exposiciones de Buenos Aires, y en el que prácticamente no se refirió a la situación actual del sector productivo.

"No pidamos cosas que no se pueden hacer. No es serio pretender flotar", afirmó Caputo en una respuesta indirecta a los planteos que hicieron ayer tres ex ministros de Economía -Domingo Cavallo, Ricardo López Murphy y Nicolás Dujovne- en un encuentro de FIEL en la Bolsa de Comercio.

En ese sentido, el titular del Palacio de Hacienda consideró que "las bandas están bien calibradas, en particular el techo", y cuestionó los pedidos de los predecesores sobre la flotación libre al señalar que son prematuros: "Cuando nos va un poco mejor, queremos correr más rápido de lo que nos dan las piernas".

Caputo ofreció otra serie de argumentos sobre por qué no modificará el esquema cambiario. Aseveró que hay "inestabilidad en la demanda de dinero", que el volumen negociado diariamente en el mercado de cambios es muy alto (de unos 200 millones de dólares) y que sigue existiendo mucha volatilidad política por lo que consideró la "alternativa comunista" del kirchnerismo.

También aseguró que no hay atraso cambiario, como supuestamente lo demuestran el récord de exportaciones, la balanza comercial positiva y el hecho de que el tipo de cambio real bilateral con Estados Unidos es más alto que cuando Mauricio Macri salió del cepo,

"Ya nos pasó en el pasado intentar flotar cuando no estaban dadas las condiciones, y después tenés que volver a poner el cepo", señaló en lo que de hecho fue una curiosa autocrítica a su actuación como ministro de Finanzas y presidente del Banco Central durante el macrismo.

Un discurso sin guiños a los industriales

La otra curiosidad es que Caputo habló ante un público de industriales como si siguiera siendo solo ministro de Finanzas, ya que prácticamente no hizo menciones a la cuestión productiva.

Al respecto, no hizo ninguna mención a la reforma laboral y tributaria, pese a que, como era previsible, esos fueron dos de los puntos más reclamados por la UIA en el discurso de apertura de la conferencia a cargo de Martín Cabrales, quien también remarcó que "las pymes la están pasando mal".

Aunque eso puede atribuirse a que ya se había explayado sobre esas reformas en varias otras ocasiones, incluyendo ayer en la Bolsa de Comercio, lo cierto es que tampoco hizo ningún guiño en favor de una recuperación de la actividad.

Lejos de aludir a alguna posible nueva etapa de despegue económico tras la victoria electoral, y luego de la virtual recesión en la que quedó sumido el país durante el segundo y tercer trimestre del año, evitó cualquier autocrítica al afirmar que durante el gobierno de Milei "despegó el crecimiento económico". "La mayoría hubiera pensado que la recesión se iba a profundizar a niveles fuertísimos" por el ajuste, "pero el EMAE muestra que la actividad creció al 6,6%", destacó.

A lo sumo, reconoció que "la economía se empezó a planchar a partir de los ataques que sufrimos en el Congreso", en referencia a los rechazos a los vetos presidenciales de los últimos meses, y añadió que "después de las elecciones parece haber habido una recuperación fenomenal".

Así, no hubo precisiones sobre las "nuevas medidas" que anticipó en su dicurso de ayer y que podrían ayudar a acelerar la reactivación económica desde la micro, más allá de la baja de tasas que se produjo en las últimas semanas.

Más allá de los agradecimientos formales al ministro, cuya presencia en sí fue una suerte de gesto político tras su ausencia en 2024, el auditorio tuvo una recepción parca: se limitó a aplaudirlo al final de su discurso, sin interrumpirlo ni una sola vez con aplausos a lo largo de la alocución.