Los usuarios residenciales pagarán más por la tarifa de luz durante los meses de verano que los grandes usuarios industriales, según determina una reciente medida de la Secretaría de Energía. Así ocurrirá a partir del actual mes de noviembre y hasta mayo de 2026, según estableció la Resolución 434/2025 de Energía, publicada esta semana en el Boletín Oficial.
De todos modos, la misma resolución determina que, al contrario, los usuarios industriales pagarán más que los residenciales entre los meses de mayo y octubre. Se trata de un esquema similar al que funcionaba en los años noventa.
En concreto, la resolución de Energía dispuso los nuevos valores mayoristas de la electricidad que comenzarán a regir desde noviembre.
Según estableció, el Precio Estabilizado de la Energía (PEE) para los usuarios residenciales se fijó entre $56.054 y $58.281 por MWh, valores que regirán hasta abril de 2026. En tanto, los usuarios industriales y comerciales deberán pagar entre $47.310 y $51.633, de acuerdo con su categoría y franja horaria de demanda.
Por ejemplo, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), los hogares enfrentarán aumentos de entre 3,4% y 4,1%, mientras que en el caso de industrias y comercios las variaciones oscilarán entre un alza del 2,2% y una reducción del 10,3%. En general, los usuarios no residenciales verán una leve baja promedio del 1% en sus facturas.
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Por qué los usuarios residenciales pagarán más por la luz en el verano
Más allá de las tarifas en sí, la causa de que los usuarios residenciales paguen más que los industriales y comerciales de noviembre a mayo se relaciona al precio de la energía "spot", es decir, la que se comercializa en tiempo real en el mercado mayorista.
La energía más costosa es la que consumen los hogares, aunque todavía cuenta con subsidios del Estado nacional. En contraste, las industrias y comercios acceden a una mayor proporción de energía spot, cuyo valor es más bajo en los meses de verano, cuando el precio del gas cae por debajo de US$ 1 por millón de BTU.
Entre mayo y octubre, el escenario se invierte: con el encarecimiento del gas, gasoil y fuel oil, cuyos valores oscilan entre US$ 4,5 y US$ 20, los grandes usuarios industriales terminan abonando tarifas más elevadas que las residenciales.
Esta medida se inscribe, al mismo tiempo, en la reciente desregulación del Mercado Mayorista Eléctrico (MEM) que dispuso el Gobierno hace algunas semanas. Además, en estos meses debe realizarse una reforma de quita de subsidios energéticos, según lo estipulado en el acuerdo con el FMI.
En ese marco, en noviembre el Gobierno dispuso de un aumento de las tarifas de luz y gas de un 3,6% aproximadamente, por encima de la inflación del 2,1%, debido a la cuota de recupero de las distribuidoras en el marco de la Revisión Quinquenal Tarifaria y a un aumento por motivos estacionales.
