Qué cambia a partir del 1° de enero de 2026 con los subsidios de luz y gas

Desde el 1° de enero de 2026 entra en vigencia un nuevo esquema de subsidios energéticos que elimina la segmentación por niveles y establece un único criterio de acceso basado en ingresos y condiciones de vulnerabilidad.

02 de diciembre, 2025 | 17.44

A partir del 1° de enero de 2026 comenzará a regir un nuevo esquema de subsidios energéticos impulsado por el gobierno de Javier Milei, que reemplazará por completo al sistema vigente hasta ahora. El nuevo régimen, denominado Subsidios Energéticos Focalizados (SEF), dejará atrás la segmentación por niveles de ingresos (N1, N2 y N3) y establecerá una única categoría de beneficiarios, con criterios más estrictos de acceso. El objetivo oficial del rediseño es concentrar la asistencia en los hogares con mayor grado de vulnerabilidad y reducir el alcance general de los subsidios sobre la electricidad, el gas natural y las garrafas.

Qué pasa con los subsidios

Subsidios de luz y gas: fin de la segmentación por niveles

Uno de los cambios más importantes es la eliminación del esquema de tres niveles de usuarios según ingresos. Con la entrada en vigencia del SEF, solo habrá dos grupos claramente definidos: quienes califican para recibir subsidio y quienes no. De esta manera, se abandona el sistema progresivo que diferenciaba entre ingresos bajos, medios y altos.

En el nuevo modelo, el beneficio ya no dependerá de un nivel tarifario intermedio: el acceso será más restrictivo y estará directamente asociado a un único umbral de ingresos y a condiciones específicas de vulnerabilidad social.

Qué pasa con los subsidios

Subsidios energéticos: nuevo tope de ingresos para acceder al subsidio

Desde enero de 2026, el principal requisito económico será que el grupo familiar tenga ingresos iguales o menores a tres Canastas Básicas Totales (CBT) para un hogar de dos personas, según los valores que publica el INDEC. Este tope reemplaza los parámetros utilizados hasta ahora para definir los niveles N2 y N3.

Con este cambio, el Gobierno apunta a sostener el beneficio para los hogares que antes integraban el Nivel 2 y para una parte de los usuarios que estaban en el Nivel 3, especialmente los de mayor vulnerabilidad.

Más allá del ingreso económico, el esquema mantendrá criterios sociales específicos que permiten conservar el subsidio aun cuando el hogar supere el umbral de ingresos. Entre ellos se destacan:

  • Tener un integrante con Certificado de Vivienda del ReNaBaP.

  • Tener un integrante que perciba Pensión Vitalicia a Veteranos de Guerra del Atlántico Sur.

Estos criterios buscan asegurar que el recorte no afecte a sectores con necesidades estructurales.

El padrón de beneficiarios del SEF incluirá:

  • Energía eléctrica.

  • Gas natural.

  • Garrafas de gas licuado de petróleo (GLP) de 10 kilos.

  • Gas propano indiluido por redes.

De esta manera, el nuevo régimen unifica en un solo sistema los beneficios que antes se distribuían a través del RASE, el Programa Hogar y la Tarifa Social Federal.

Otro punto clave es que los usuarios que ya estaban anotados en el RASE no deberán volver a inscribirse para los servicios de gas natural y electricidad. Sus datos serán migrados automáticamente al nuevo registro. En cambio, los nuevos alcanzados por el sistema, como los usuarios de gas propano por redes y los beneficiarios de garrafas, sí deberán empadronarse obligatoriamente en el nuevo Registro de Subsidios Energéticos Focalizados (RESEF).