El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, defendió públicamente a los argentinos que viajan al exterior durante la temporada de verano. Según justificó, lejos de “despilfarrar divisas”, los turistas cumplen un rol clave en el sostenimiento de la competitividad del aparato productivo nacional, al impulsar indirectamente las exportaciones. Durante la temporada de verano última viajaron 28,1 millones de turistas, lo que significó una caída del 3,9 % en comparación con el año anterior.
En un mensaje difundido en redes sociales, el funcionario señaló: “Todos los años para esta fecha empieza una letanía donde se considera que los veraneantes en el exterior están despilfarrando un recurso precioso de los argentinos. Pero es exactamente al revés: son héroes de la producción”.
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A continuación, justificó que el comercio internacional exhibe un patrón consistente a nivel global: los países que más importan también son los que más exportan, medido como porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI). En sus palabras, “cada importación requiere divisas extranjeras que, típicamente, proveen los exportadores. Cuando hay muchas importaciones, sube la demanda de dólares y aparecen exportadores que suplen esa necesidad”.
En ese marco, advirtió que las restricciones a las importaciones generan el efecto contrario. “Cuando se limitan las importaciones, cae la demanda de divisas y el dólar se abarata en términos relativos, destruyendo la competitividad de nuestro potencial exportador”, sostuvo en su cuenta de X.
Y agregó: “La demanda de divisas de nuestros veraneantes es lo que le sostiene la competitividad al agro, a la industria y a la exportación de servicios. Cada argentino que veranea en Brasil o en otro país ayuda a sostener la capacidad exportadora del país”.
“Comerciamos tres veces menos de lo que deberíamos dado nuestro tamaño, por ideas que nos han ido aislando y empobreciendo. Cerrarse al comercio te empobrece, porque dejás de hacer aquello en lo que sos bueno para ponerte a hacer aquello en lo que sos malo”, remarcó.
Finalmente, subrayó que la apertura comercial constituye una condición necesaria para el crecimiento sostenido. “Importar más y exportar más es el camino de una Argentina próspera”, cerró y alentó a los argentinos que viajan al exterior durante la temporada de verano.
El turismo en Argentina
Durante 2025, el turismo se consolidó como uno de los motores de la economía argentina. Según el World Travel & Tourism Council (WTTC), el sector aportará cerca de 39.000 millones de dólares al PBI nacional, equivalentes al 6 % del producto interno bruto, con un incremento interanual del 8,4 % respecto de 2024. Además, se prevé que el empleo turístico supere el millón de puestos, lo que representa el 8 % del total laboral del país. En paralelo, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informó que durante la temporada de verano viajaron 28,1 millones de turistas, con un gasto estimado de 8,7 billones de pesos, aunque se registró una caída del 3,9 % en comparación con el año anterior.
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Sin embargo, los datos oficiales muestran un escenario más complejo. El INDEC reportó que en noviembre ingresaron al país 795.300 visitantes no residentes, de los cuales 491.400 fueron turistas y 303.900 excursionistas. Al mismo tiempo, 1,27 millones de argentinos viajaron al exterior, generando un déficit turístico de 226 millones de dólares en ese mes, ya que los extranjeros gastaron 324 millones mientras que los residentes en el exterior demandaron 550 millones. Esta dinámica refleja tanto el atractivo de Argentina para el turismo receptivo como las dificultades que enfrenta el turismo interno, marcado por la crisis económica y el aumento de familias que optan por vacacionar fuera del país.
