El empleo privado registrado en La Rioja volvió a mostrar una señal de alerta durante septiembre, al registrar una caída interanual del 3,1% que ubicó a la provincia entre las jurisdicciones con mayor retroceso del país. Según datos oficiales, en el último año se perdieron alrededor de 800 puestos de trabajo formales en el sector privado riojano.
De acuerdo con el informe elaborado por el Ministerio de Capital Humano, a partir de información del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), en septiembre de 2024 se contabilizaban unos 28.000 trabajadores con empleo privado registrado en la provincia, mientras que en septiembre de 2025 la cifra descendió a aproximadamente 27.200. La diferencia marca una pérdida neta de 800 empleos formales en apenas doce meses.
El desempeño negativo colocó a La Rioja como la cuarta provincia con mayor caída interanual del empleo privado, solo superada por Santa Cruz (-10%), Salta (-4,8%) y Chubut (-3,7%). También Misiones mostró una contracción significativa (-2,9%). En contraste, algunas provincias lograron crecer en materia de empleo formal, como San Juan (+3,1%), Formosa (+2,8%) y Santiago del Estero (+2,6%), lo que evidencia un escenario dispar a nivel nacional.
Además del retroceso interanual, el informe reveló que el empleo privado formal en La Rioja también disminuyó en la comparación mensual. En septiembre, la cantidad de trabajadores registrados cayó un 0,6% respecto de agosto, lo que refuerza la tendencia de desaceleración del mercado laboral provincial.
El estudio aclara que se considera trabajador asalariado registrado en el sector privado a toda persona identificada mediante una Clave Única de Identificación Laboral (CUIL) que ocupa al menos un puesto declarado por un empleador dentro del sistema de la seguridad social. En esta categoría se incluyen tanto empresas de capital privado como aquellas con participación accionaria mixta, privada y estatal.
El SIPA, que sirve como base estadística para este tipo de informes, registra no solo a los asalariados del sector privado, sino también a trabajadores de la Administración Pública Nacional y de las provincias que transfirieron sus cajas previsionales al sistema nacional. Asimismo, contempla a monotributistas, autónomos y personal de casas particulares, aunque en este caso el análisis se concentró exclusivamente en el empleo privado registrado.
Desde los organismos técnicos remarcan que el empleo formal es una variable estacional, con comportamientos que suelen repetirse a lo largo del año. Por ese motivo, el análisis interanual resulta clave para dimensionar la evolución real del mercado laboral.
