Los países en desarrollo que acogen a la mayoría de los refugiados del mundo podrían cerrar sus fronteras si los Estados occidentales persisten en los recortes de ayuda, advirtió el martes el director del Consejo Danés para los Refugiados.
Mientras países como Gran Bretaña y Alemania endurecen sus normas de asilo en medio de un sentimiento antiinmigración, muchos también están recortando sus contribuciones para ayudar a millones de desplazados por la violencia y el cambio climático en todo el mundo.
Charlotte Slente, secretaria general del Consejo Danés para los Refugiados, que trabaja en decenas de países, dijo que le preocupaba que los Estados más pobres, que acogen al 75% de ellos, también apliquen nuevas restricciones.
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"Ahora están siendo un poco abandonados por los donantes", declaró a Reuters en una entrevista en Ginebra. "Tengo un poco de miedo por lo que vamos a ver en términos de reacción entre estas naciones de acogida, cuando se den cuenta de que va a entrar menos dinero".
Citó un ejemplo en el que Uganda, durante años generosa anfitriona de refugiados de Sudán, Sudán del Sur y Somalia, ha empezado a restringir su número.
Funcionarios del gobierno ugandés no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Otros Estados también se encuentran bajo presión.
Chad tiene casi 900.000 refugiados de la guerra civil de Sudán, pero no reciben suficiente ayuda y los campamentos se están llenando, dijo Slente, que los visitó el mes pasado.
La ONG ya ha tenido que recortar el apoyo a los desplazados este año debido a los recortes de financiación, sobre todo por parte de Estados Unidos, que antes suponía el 20% de las contribuciones, y que ha reducido drásticamente la ayuda exterior bajo el mandato del presidente Donald Trump.
El Consejo Danés para los Refugiados ha recortado casi 2.000 puestos y ha reducido la ayuda en muchos países, incluidos los suministros de nutrición a las madres y sus hijos en lugares como Camerún y Afganistán, dijo Slente.
Otros donantes han mantenido estables hasta ahora las contribuciones a su ONG, pero Slente espera que disminuyan las aportaciones de otros países europeos a medida que destinen fondos a defensa.
(Reportaje de Emma Farge; Información adicional de Elias Biryabarema en Kampala, Editado en español por Juana Casas)
