Trump no descartó deportar a Elon Musk y sugirió evaluar sus empresas

El Presidente dijo que si Musk no recibiera subsidios tendría que cerrar sus empresas y volverse a Sudáfrica. 

01 de julio, 2025 | 12.27

Los chispazos entre el presidente de Estados Unidos Donald Trump y su ex asesor estrella y titular de Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) Elon Musk no cesan. Mientras avanza en el Senado la discusión por ley ómnibus del Presidente, a la que Musk se opuso desde el primer momento porque representa cerca de un aumento de 2,4 billones de dólares de déficit fiscal, Trump jugó con la idea de "tirarle encima" a Musk la oficina de Eficiencia Gubernamental lo que le haría perder numerosos subsidios que recibe del estado. En las mismas declaraciones a la prensa jugó al misterio cuando le preguntaron si Musk podría ser deportado. 

 
 

"No sé, tendríamos que evaluarlo", respondió Trump a la pregunta de una periodista sobre si deportarían a Musk. El dueño de Tesla y X obtuvo la ciudadanía estadounidense en 2002 y para deportarlo Musk primero tendría que ser "desnaturalizado", un proceso que quiere pruebas de fraude en la solicitud de ciudadanía. Sin embargo, Trump avanzó con la idea de que el Departamento de Eficiencia Gubernamental evalúe las empresas de Musk. "¿Sabés que es DOGE? Un monstruo que podría devorar a Elon. ¿No sería terrible? Porque él tiene un montón de subsidios", aseguró el presidente ante la prensa. Y siguió con los cruces: "No todos quieren autos eléctricos, yo no quiero, yo quiero quizás uno con gasolina, quizás uno elétcrico, quizás uno híbrido. Los autos eléctricos tienen un problema: explotan".  

Anoche, antes de sus declaraciones a la prensa, Trump hizo un posteo en Truth Social en el que aseguró que si Musk no recibiera subsidios probablemente debería "cerrar" y volver a Sudáfrica. 

Musk eligió la cautela para responder y en un escueto tuit dijo: "Estoy muy tentado a escalarla. Muy, muy tentado. Pero voy abstenerme por ahora". 

Sin embargo si fue más duro ayer cuando afirmó que si el Senado aprueba la ley fiscal de Trump, al día siguiente él creará el "Partido Americano". "Nuestro país necesita una alternativa al unipartidismo demócrata-republicano para que la gente realmente tenga VOZ", afirmó. 

Los cruces por el proyecto fiscal y presupuestario de Trump

Los republicanos del Senado de Estados Unidos dieron a conocer su versión del amplio proyecto de ley de recorte de impuestos y gastos del presidente Donald Trump, preparando el escenario para una votación inicial el sábado que podría dar inicio a una maratónica sesión de fin de semana y conducir a la aprobación total del Congreso la próxima semana.

El megaproyecto de 940 páginas, publicado a última hora del viernes, ampliaría los recortes de impuestos de 2017 que fueron el principal logro legislativo de Trump en su primer mandato, recortaría otros impuestos e impulsaría el gasto en el ejército y la seguridad fronteriza. Trump presiona al Congreso para que apruebe el proyecto de ley antes de la festividad del 4 de julio, Día de la Independencia.

Los republicanos del Senado están profundamente divididos sobre los planes para compensar en parte el fuerte impacto de ese proyecto de ley en el déficit, incluido el recorte del programa de seguro de salud Medicaid para los estadounidenses de bajos ingresos. Los republicanos de los estados con grandes poblaciones rurales se opusieron a una reducción de los ingresos fiscales estatales para los proveedores de Medicaid, incluidos los hospitales rurales. 

Los demócratas centrarán su potencia de fuego con enmiendas destinadas a revertir los recortes de gasto republicanos en programas que proporcionan asistencia sanitaria respaldada por el Gobierno a ancianos, pobres y discapacitados, así como ayuda alimentaria a familias con bajos ingresos.

El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, resumió las razones de la oposición de su partido al proyecto de ley en una rueda de prensa el viernes: "Contiene los mayores recortes a la financiación alimentaria de la historia" y podría provocar que más de 2 millones de personas perdieran su empleo. También destacó el retroceso republicano de las iniciativas de energía limpia impulsadas por la administración Biden.