Un informe del Instituto Gino Germani, dependiente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) alertó que “el 72% del total de ocupados", de la Argentina percibe ingresos mensuales por debajo de $1.000.000, un nivel por debajo de la Canasta Básica Total, que en octubre de 2025 ascendió a $1.213.799 para un hogar tipo. Según se detalló, la proporción de asalariados formales "cayó a un mínimo histórico del 45%”, en un contexto donde nueve de cada diez nuevos empleos creados son precarios.
El estudio remarca que los sectores más vulnerables son los empleados informales y los cuentapropistas de baja calificación: cerca del 90% de ambos grupos se ubican por debajo de $1.000.000 mensuales. Sin embargo, incluso entre los asalariados formales, el 58% tampoco supera ese umbral. "Evidencia una crisis generalizada de ingresos que trasciende la informalidad y afecta la capacidad de amplios sectores de la población para cubrir sus necesidades básicas", se detalló.
En el informe, que fue elaborado por Eduardo Chávez Molina, Mariana Sosa y José Rodríguez de la Fuente, del Instituto Gino Germani de la UBA, también se advierte que en sectores como la industria manufacturera y la construcción se registraron las caídas más fuertes y que el deterioro de ingresos profundizó el fenómeno del “trabajador pobre”.
"El 19% de quienes trabajan una jornada laboral completa de 40 horas semanales se encuentra por debajo de la línea de pobreza. Esta tasa se dispara al 41,3% para los asalariados informales con jornada completa, en contraste con el 10,5% de sus pares formales", se indicó.
Por otro lado, el estudio alerta que 9,7 millones de personas -el 67% de la población económicamente activa- enfrentan problemas de empleo, entre desocupación, subocupación e inserción en puestos precarios.
Ahorros familiares y préstamos para paliar la crisis
Además, los investigadores indicaron que el principal recurso al que los hogares recurrieron tras la devaluación de finales de 2023 fue "la utilización de ahorros familiares”, una práctica que aún alcanza al 35% de las familias. El estudio advierte que, pese a una leve baja, el uso de ahorros continúa por encima de los niveles registrados en años previos.
A su vez, “la necesidad de recurrir a préstamos de amigos o familiares se mantiene constante”, con valores cercanos al 15% en los últimos trimestres. Según el análisis, estas estrategias son un sostén clave frente a la inestabilidad económica y la caída de los ingresos reales.
"Respecto a las estrategias de los hogares para afrontar la crisis, el recurso a préstamos bancarios o financieros aumentó del 10% en el segundo trimestre de 2024 al 14% un año después, aunque la utilización de ahorros y préstamos familiares se mantiene constante", advierte el texto.
