Javier Milei aún no aceptó el resultado de las elecciones bonaerenses. Reconoció a duras penas la derrota en las urnas pero insiste en que esos casi 14 puntos de diferencia que le sacó el gobernador Axel Kicillof no expresan un rechazo a su prédica y práctica anti Estado. Según Milei lo que le falló es la rosca política, sus ideas son maravillosas y aceptadas por la población. Por eso lo primero que anunció fue que mantendrá el plan de su secta económica y dedicó la semana a firmar vetos que amenazan la vida de miles de niños, destrozan el sistema universitario y recrudecen el enfrentamiento con los gobernadores a los que les retacea recursos a pesar de que le recordaron casi al unísono que la dura lección de los votantes de la provincia más poblada del país era para que recapacite.
El ingenio popular resumió todo. Llegó de la mano del gobernador de Salta Gustavo Sáenz, que describió al presidente Milei como una “paloma de Iglesia: caga a los fieles”. Saenz se percibía como fiel, así como tantos gobernadores que creyeron que había que surfear la ola violeta y no, como hacen los barcos para no voltearse, encararla de frente. Otro gobernador, en este caso el Correntino Gustavo Valdés, rechazó la convocatoria del gobierno alegando que si Milei quiere una foto que use la del 9 de julio de 2024, cuando aceptaron posar para la firma del Pacto de Mayo que el presidente usa de fundamento para sus vetos. Los fieles abandonan la Iglesia de las Fuerzas del Cielo, queda la paloma sola.
El jefe de Gabinete Guillermo Francos anunció la vuelta del Ministerio del Interior, eliminado por el propio gobierno, y la designación como ministro de su alfil Lisandro Catalán, que lo acompaña hace décadas en aventuras en el mundo privado y la gestión pública. Francos anunció que convocarían a gobernadores “afines”; Catalán dijo que hablarían con todos: finalmente de la convocatoria participaron los gobernadores de Entre Ríos Rogelio Frigario, de Chaco Leandro Zdero y de Mendoza Alfredo Cornejo. Tres empanadas. Incluso fue mucho para el mismo día en que Milei vetó la ley que establece un nuevo reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) para las provincias a las que ya les manoteó billones (con b) de pesos.
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Como de costumbre, si la política se extravía la comunicación institucional también. A Eduardo Feinmann le indignó una visita imaginaria de la cantante Kate Perry a CFK cuando nunca le preocuparon las visitas reales de los jueces que la condenaron a las quintas de Olivos y los Abrojos a visitar a Macri; el Gordo Dan, otrora vocero paraoficial de crueldades y despidos, quedó en medio del fuego cruzado del reparto de culpas por la debacle electoral; el vocero oficial Manuel Adorni en un ratito se ilusionó no sólo con ganar sino con “arrasar” en octubre y afirmó que el Gordo Dan no es parte del gobierno; el mismo día el ministro de Economía Luis Caputo eligió el programa del Gordo Dan para insistir con la solidez de un programa económico que, según los vetos presidenciales, no resiste que se aumente un poco el presupuesto del sistema pediátrico y contradijo a Adorni al afirmar que se sobredimensionan las elecciones que, aún si ganan, no les van a servir para nada.
El premio semanal de la comunicación institucional del gobierno, sin embargo, tuvo una ganadora indiscutible: Cristina Pérez. La comunicadora mostró un gráfico donde un funcionario importante del gobierno le dibujó de forma más que desprolija el sistema de bandas cambiarias. Nadie se explica porqué eligió protagonizar un espectáculo ridículo, no publicable en primer año de cualquier escuela de periodismo.
Si quería mostrar gráficos hubiera aprovechado que esta semana el centro CIFRA publicó un informe titulado “¿Por qué fracasa la valorización financiera de Milei?”, firmado por Pablo Manzanelli. El texto detalla que “desde que asumió el gobierno de la Libertad Avanza se pusieron en marcha cuatro intentos de conformar burbujas en base a lo que tradicionalmente se denominó bicicletas financieras y en la actualidad carry trade” y desmenuza los antecedentes que muestran que termina en un fracaso desde 1976 hasta hoy.
Hay varios gráficos que Cristina Pérez podría haber utilizado. Uno muestra el aumento de la deuda pública y privada y de la fuga de capitales mientras se reduce la inversión extranjera directa. Es muy claro.
Otro los vencimientos de deuda, que suman 28.774 millones de dólares para 2026 y 36.216 millones para 2027, cifras a todas luces impagables. Ese es el verdadero problema en las cuentas del gobierno: no tiene como pagar tanto su propia deuda como los dólares que van a reclamar las empresas privadas por bonos u obligaciones negociables que emitieron. Y estos son los que ponen en riesgo las cuentas públicas, no las leyes que salen del Congreso para proteger a niños, jubilados y discapacitados. Milei debería preocuparse: ya hay convocatoria para rechazar los vetos para el próximo miércoles en Diputados firmado por todos los bloques excepto La Libertad Avanza y el PRO.
Milei vetó la emergencia pediátrica y el financiamiento universitario con el mismo argumento que quiso recortar jubilaciones: que la plata no alcanza para todo. Pero, en tren de más gráficos, lo que reveló el economista Gustavo García Zanotti es que el gasto en intereses capitalizables de la deuda que el secretario de Finanzas Pablo Quirno abulta cada vez más rápido ya cuadriplica lo que el Estado invierte en jubilaciones y pensiones. A datos de julio, los intereses que el gobierno tendrá que pagar llegan a 17,2 billones de pesos contra 4,6 billones en jubilaciones y pensiones. Hay gráficos y gráficos.
Hay que seguir de cerca lo que dice Cristina Pérez, no por su profundidad sino porque deja demasiadas pistas. Así como Alejandro Fantino sabía del entramado de las coimas de Spagnuolo al menos desde julio del año pasado, cuando invitó al íntimo de Milei a su programa en Neura, Cristina Pérez también dijo hace unas semanas que en el entorno presidencial circulaban coimas. Se le prestó poca atención para tratarse de la pareja del ministro de Defensa Luis Petri. Tal vez el hecho de que las Fuerzas Armadas también tengan muchos contratos con la droguería Suizo Argentina y los desfalcos que brotan del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas (IOSFA) hagan que se la tome más en serio, al menos cuando no muestra dibujitos.
No era la única que sabía: esta semana Fernando Cerimedo declaró ante el fiscal Franco Picardi en la causa donde se investiga el entramado de coimas que revelaron los audios del íntimo presidencial Spagnuolo. La declaración testimonial de Cerimedo no es menor: no sólo porque se trata de alguien muy cercano a Milei, a quien asesoró en todo el mundillo de la comunicación digital, sino porque reiteró lo que dijo en una entrevista: que Spagnuolo le había contado todo el esquema de tráfico de dinero desde las droguerías hasta las oficinas de Karina Milei que se escuchan en los audios. Es decir: ya los audios son una anécdota, ahora un hombre del entramado libertario cuenta que Spagnuolo le había relatado lo mismo. Se perdió la chance de publicarlo en La Derecha Diario, medio del que Cerimedo es copropietario. Pero lo contó ante el fiscal Picardi, todo el esquema de corrupción que tenía como terminal a la Casa Rosada.
A las pocas horas los abogados de Spagnulo renunciaron a defenderlo. ¿A que se debe este cambio de estrategia? Una hipótesis es que sigue los pasos del chofer creativo Oscar Centeno, que llegó a Comodoro Py con un abogado privado pero luego de pasar unas horas en un despacho con el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli le pusieron un defensor oficial, Gustavo Kollman, para que lo condujera en su trámite judicial. Otra que acepte los abogados que le ofrezca el gobierno. Uno de los abogados contó que "fueron varias cosas. No sé construyó una relación de confianza necesaria para poder defender a alguien".
La declaración de Cerimedo se produjo el mismo día en el que el ex presidente de Brasil Jair Bolsonaro fue condenado a 27 años de prisión por el intento de golpe de Estado contra Lula da Silva en enero de 2023. Cerimedo fue involucrado en ese expediente al inicio de la causa, como parte de las milicias digitales que fomentaron el levantamiento. Casualidades. Pero lo que no es casualidad es el vínculo: Bolsonaro fue un punto de apoyo importante para Milei, que le correspondió con la invitación privilegiada a su asunción por encima del ya presidente Lula, y continuó con elogios y premios mutuos.
Al conocerse la condena de Bolsonaro, un íntimo de Milei, la que se pronunció es la vicepresidenta Victoria Villarruel. Dejó un tuit enigmático, que dice: “Resulta inquietante que en América los presidentes elegidos democráticamente terminen presos”. ¿Se refería a Bolsonaro o también a Milei, cada vez más entrampado en los escándalos de corrupción que van desde la estafa de $Libra hasta las coimas de Karina?
