Desde la Ciudad de Buenos Aires se pueden hacer escapadas a pueblos recónditos que quedan a solo un par de horas de viaje, muchos de ellos con paisajes muy lindos y ofertas gastronómicas interesantes. Ese es el caso de Ernestina, una pequeña localidad perteneciente al partido de Veinticinco de Mayo que tiene solo 120 habitantes y una historia de amor detrás de su nombre.
Ernestina es uno de esos pueblos que sorprenden apenas uno pone un pie en sus calles; el ingreso está marcado por un boulevard central de apenas dos cuadras, flanqueado por altas palmeras y construcciones cargadas de historia. Entre los lugares que invitan a detenerse se encuentran el antiguo Teatro Argentino, el ex colegio pupilo y la imponente Iglesia Nuestra Señora de Luján, un combo ideal para quienes disfrutan de los pueblos con identidad propia.
Con una población de 120 habitantes, Ernestina ofrece una calma que se percibe en cada rincón y que se vive mejor recorriéndolo sin prisa. Su origen se remonta a 1896, cuando la llegada del ferrocarril dio impulso a la zona y el nombre del pueblo rinde homenaje a Ernestina Gándara Casares de Keen, esposa del fundador, Enrique Keen. Hay un documental argentino titulado La gente del río que retrata distintos aspectos de la vida diaria en la localidad, narrados directamente por quienes viven allí.
Un pueblo entrerriano ideal para una escapada
Aldea Brasilera, un pequeño poblado entrerriano situado 19 kilómetros al sur de Paraná y a 25 kilómetros de Diamante, se ha convertido en una opción ideal para una escapada de fin de semana. Con una población que no supera los 2000 habitantes, el lugar debe su nombre al paso de los inmigrantes alemanes por Brasil, país al que agradecieron la hospitalidad bautizando así a la aldea.
Considerada una de las más recientes dentro de las aldeas de la microrregión, fue fundada por alemanes del Volga que hicieron una escala en territorio brasileño antes de llegar a Entre Ríos. Entre sus puntos turísticos más destacados se encuentra la Iglesia San José, un templo de líneas góticas alemanas cuya bendición y colocación de la piedra basal están registradas en 1895.
