Fertilidad sin tabúes: cuáles son los mitos, estudios y tratamientos que se pueden hacer

Cada vez más personas postergan la paternidad o maternidad, por eso es clave conocer cómo cambia la fertilidad con el paso del tiempo y derribar sus mitos.

08 de junio, 2025 | 13.01

La fertilidad es un tema que afecta a millones de personas y a sus proyectos de vida, ya sea que se encuentren en pareja o no. Sin embargo, hablar de ella todavía representa enfrentarse a ciertos tabúes. Cuáles son los mitos sobre la infertilidad y qué tratamientos existen actualmente.

Cada vez son más las personas  las que postergan la maternidad o paternidad, sin conocer cómo cambia la fertilidad con el paso del tiempo. Por eso, es clave mantenerse informado y derribar sus mitos para poder tomar decisiones con mayor libertad, ya sea para buscar un embarazo o para preservar la fertilidad. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, cerca del 17,5% de la población adulta en el mundo experimenta infertilidad a lo largo de su vida, especialmente en América Latina, entre el 15% y el 20% de las parejas tienen dificultades para concebir.

¿Cuáles son las causas más frecuentes de infertilidad?

De acuerdo al Dr. Juan Ignacio Pérez Fleming, especialista en medicina reproductiva de DIM Centros de Salud, la infertilidad puede deberse a múltiples factores, desde físicos o biológicos, como emocionales e incluso, sociales. 

En personas con capacidad gestante, las causas más frecuentes incluyen:

  • La edad
  • Alteraciones en la ovulación (como el síndrome de ovario poliquístico)
  • Endometriosis
  • Problemas en las trompas
  • Baja reserva ovárica

Mientras que en varones suelen encontrarse:

  • Alteraciones en la cantidad
  • Movilidad o forma de los espermatozoides
  • Varicocele
  • Infecciones previas
  • Causas hormonales.
  • Infertilidad de causa combinada o sin causa aparente (idiopática).

Además, las personas pueden tener algunos de hábitos que pueden reducirla, entre ellos se encuentran: el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, el estrés crónico, el sobrepeso o bajo peso extremo, el sedentarismo, el mal descanso y la exposición a tóxicos ambientales o laborales son factores que pueden reducir la fertilidad. En los varones, el uso de anabólicos también impacta negativamente.

 ¿A partir de qué momento empieza a disminuir la fertilidad?

En mujeres o personas gestantes, la fertilidad comienza a disminuir a partir de los 30 años y se acelera después de los 35. Esta caída está relacionada tanto con la cantidad como con la calidad de los óvulos. Mientras que en varones, el efecto de la edad es más lento, pero también influye, especialmente en la calidad espermática y el riesgo genético.

Siempre es clave la consulta al médico. De acuerdo a Pérez Fleming, si una pareja lleva más de 12 meses teniendo relaciones sexuales sin protección y no logra el embarazo, se recomienda consultar. En mujeres mayores de 35 años, ese plazo se acorta a 6 meses. También es importante consultar antes si hay antecedentes médicos, ginecológicos u hormonales relevantes.

¿Cómo es el diagnóstico? Los profesionales evalúan la historia clínica completa de ambos integrantes de la pareja. En la persona con capacidad gestante se piden análisis hormonales (como hormona antimülleriana), ecografía transvaginal con recuento de folículos antrales y estudios de ovulación lo que nosotros llaman OVOTEST, un estudio que permite evaluar la función ovárica y el proceso de ovulación que, a su vez, suele incluir ecografías y análisis hormonales para conocer en qué momento del ciclo ovula una persona con capacidad gestante, información clave para diagnosticar y tratar problemas de fertilidad.

En varones, el estudio básico es el espermograma. Según el caso, se puede ampliar con estudios genéticos, inmunológicos o funcionales.

Cuáles son las principales opciones de tratamiento disponibles 

Para las personas que tengan problemas de fertilidad hay disponibles tratamientos de baja complejidad, como la inducción de ovulación o la inseminación intrauterina. Así como técnicas de alta complejidad como la fertilización in vitro (FIV), la ovodonación o la preservación de óvulos y embriones. La elección depende del diagnóstico, la edad y el deseo reproductivo de cada persona o pareja.

Además, es fundamental cuidar la salud mental, ya que la infertilidad puede generar ansiedad, frustración y sensación de soledad. Por eso, el acompañamiento emocional, la contención y el apoyo psicológico son pilares del tratamiento.

¿Qué hábitos sirven para acompañar la búsqueda de un embarazo?

  1. Llevar una dieta sana y equilibrada: elegir alimentos ricos en antioxidantes y vitaminas, como las verduras y frutas, alimentos con ácido fólico y omega 3.
  2. Evitar el tabaco y moderar el consumo de alcohol.
  3. Practicar deporte con frecuencia: favorece a la salud cardiovascular y mejora el estado emocional.
  4.  Reducir el estrés: Practicar meditación, yoga o realizar actividades tranquilas en pareja ayudan a generar calma y reducir la ansiedad.