Qué es el síndrome de Williams, la extraña condición genética opuesta al autismo

El síndrome de Williams es una extraña condición genética que puede traer algunas dificultades de salud en quienes lo sufren.

15 de mayo, 2025 | 16.50

Si alguna vez te cruzaste con un desconocido y te trató como su mejor amigo quizás hayas estado con una persona con síndrome de Williams (SW), una extraña condición genética que afecta aproximadamente a 1 de cada 7500 personas y puede traer algunas complicaciones de salud. Las características del síndrome que a menudo se conoce como "lo opuesto al autismo".

Las personas con síndrome de Williams suelen sentir un deseo que no se puede frenar de abrazar y entablar amistad con desconocidos, expresando cariño, empatía y sociabilidad con su entorno. Y como suelen tratar a todos los que conocen como su nuevo mejor amigo, les tiende a costar mantener amistades cercanas y son propensos a la soledad.

Dentro de las desventajas del síndrome de Williams se encuentra que son personas que no desconfían de los otros, lo que puede hacer que caigan con facilidad en situaciones de estafas o acoso. Además, pocas personas con síndrome de Williams pueden llevar una vida adulta independiente: muchas sufren una ansiedad severa, problemas cardiovasculares, retrasos madurativos y dificultades en el aprendizaje.

Aumenta el riesgo de muerte prematura: los peligros de respirar por la boca, según expertos, y cómo modificarlo

  • Riesgo de muerte prematura y trastornos de sueño: respirar por la boca mientras dormimos puede generar ronquidos y la apnea del sueño. Estos problemas afectan la oxigenación, la calidad del descanso y el rendimiento diario. Roncar y tener apnea es peligroso, ya que puede aumentar significativamente el riesgo de hipertensión, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2 y otros problemas de salud. 

  • Mayor riesgo de infecciones: la nariz actúa como un filtro para que el aire pase limpio a las vías respiratorias. Si esto no sucede, el aire llega sucio y aumentan las posibilidades de infecciones pulmonares, faringitis y resfriados.

  • Alteraciones faciales: respirar por la boca modifica completamente la estructura facial, ya que afecta al crecimiento de los maxilares y puede generar paladares estrechos. También puede hacer que apoyes mal la lengua dentro de la boca, haciendo que con el paso del tiempo, tus dientes se salgan para adelante.

  • Problemas dentales y bucales: respirar por la boca reseca la saliva, que es clave para mantener el equilibrio bacteriano en la boca. Esto genera mal aliento, caries, encías inflamadas y altera la forma correcta del paladar.

  • Fatiga y bajo rendimiento físico: si respiramos por la boca, el oxígeno no entra correctamente. Como consecuencia, los músculos no reciben el oxígeno adecuado y te va a costar más recuperarte físicamente y hacer actividad física.

  • Problemas digestivos: al respirar por la boca, es posible que se genere un exceso de gases en tu estómago y/o intestino, derivando el problemas digestivos como eructos, gases, reflujo, dolores, entre otros.

  • Ansiedad y estrés: la respiración bucal activa el sistema nervioso simpático, que es el de alerta. Esto puede aumentar la sensación de ansiedad o mantenerte en un estado constante de tensión.

  • Falta de concentración y memoria: la respiración nasal activa circuitos cerebrales vinculados a la memoria y la regulación emocional. Por el contrario, si respirás por la boca estas funciones se van a ver afectadas.

  • Mal estado de ánimo: una mala respiración puede generar síntomas depresivos o de desregulación emocional, ya que el cerebro no puede trabajar correctamente.