Mercedes Bolla Aponte de Murano, alias “Yiya”, quedó en los registros de la historia criminal argentina como la “envenenadora de Monserrat” y se la considera una de las asesinas seriales más conocidas de la historia del país. ¿Qué hizo y cuál es su historia?
Yiya Murano: del té con amigas a ser una de las asesinas más conocidas de Argentina
María Bernardina de las Mercedes Bolla Aponte de Murano, más conocida como Yiya Murano, nació en Corrientes el 20 de mayo de 1930 y fue una prestamista. Quedó en la historia criminal del país al ser considerada la primera asesina en serie de la Argentina. Fue condenada por matar a tres de sus amigas, aunque algunos consideran que más de 10 personas fueron víctimas de la mujer.
Murano quedó en el foco de la Justicia, y más tarde de la prensa, en 1979 por la muerte de su prima Carmen Zulema Del Giorgio. Las hijas pidieron una autopsia al cuerpo de su madre, que había muerto en marzo de ese año. La autopsia determinó que había rastros de cianuro. De acuerdo a la hijas de la mujer, el portero del edificio les dijo que había visto a Murano entrar al departamento de la mujer y salir con un papel y un frasco. El papel, según la investigación, sería un pagaré en el que constaba la entrega de dinero que le había hecho Del Giorgio.
Durante la investigación descubrieron que Murano era una usurera: recibía dinero de sus amigas y les prometía multiplicarlo en el mercado financiero. Su vecina Nilda Adelina Gamba le había dado dinero y una amiga de esta, Lelia Elida "Chicha" Formisano de Ayala también decidió invertir. Ambas habían fallecido un mes antes que Del Giorgio. Ante la investigación por la muerte de Del Giorgio, los cuerpos fueron exhumados para hacerles autopsias y confirmaron que ambas tenían cianuro en sus sistemas.
El único punto en común entre ambas era Yiya y su negocio. La mujer fue detenida el 27 de abril de 1979. Sin embargo, en una primera instancia judicial Murano fue absuelta y quedó en libertad. Recién en junio de 1985, cuando el fallo fue revisado por la Cámara del Crimen, fue que se decidió condenar a la “envenenadora de Monserrat” a prisión perpetua por homicidio.
Para los investigadores, Yiya Murano se aprovechaba del vínculo de confianza con las víctimas y utilizaba cianuro (siempre se sospechó que colocaba el veneno en el té o en unas masas finas) para matar a sus amigas y evitar pagar las deudas que tenía con ellas.
La corta condena y su llamativa personalidad
Yiya Murano fue liberada el 20 de noviembre de 1995 por una reducción de la pena gracias al “dos por uno”. Un año después ya era columnista de moda del programa La Hoguera. Y hasta fue invitada a los almuerzos de Mirtha Legrand, a quien le ofreció masitas con té. Nunca confirmó haber sido la autora del crimen de sus amigas. Solía llorar y decir: "He matado a dos personas... He matado a mis padres, que no pudieron soportar mi injusta detención y eso les rompió el corazón".
Incluso negó que las muertes hayan sido por envenenamiento. “A una de ellas le hicieron respiración boca a boca ni bien le dio el paro cardíaco, si tenía cianuro el médico se habría muerto”, dijo.
La mujer finalmente murió en un geriátrico de la ciudad de Buenos Aires en 2014, a sus 84 años y en libertad.
