Intel anunció el jueves que planea recortar su plantilla hasta 75.000 empleados a finales de este año, frente a los 99.500 que tendrá a finales de 2024.
El fabricante de chips, con sede en Santa Clara (California), hizo públicos sus objetivos de despidos al tiempo que preveía unas pérdidas para el tercer trimestre superiores a las estimadas por Wall Street el jueves, a pesar de anticipar unas ventas superiores a las esperadas por analistas, mientras el nuevo CEO, Lip-Bu Tan, dirige la empresa a través de un cambio de rumbo histórico.
Las perspectivas se producen cuando los inversores han hecho subir las acciones de Intel un 14% este año, con la esperanza de que Tan deshaga años de errores estratégicos que han eximido a la empresa del auge de la inteligencia artificial dominado por Nvidia.
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La compañía dijo que espera una pérdida en el tercer trimestre de 24 centavos por acción, más pronunciada que las estimaciones de pérdidas de 18 centavos por acción, según datos de LSEG. Intel espera unos ingresos de entre 12.600 y 13.600 millones de dólares para el trimestre de septiembre, con un punto medio de 13.100 millones de dólares, superior a la estimación media de los analistas de 12.650 millones de dólares, según los datos recopilados por LSEG.
El crecimiento del mercado de PC es incierto después de que los clientes adelantaran los envíos al primer semestre del año en medio de las negociaciones comerciales en curso, según los analistas. Los envíos de PC aumentaron un 6,5% en el trimestre de junio, según datos de International Data Corporation.
Aunque los semiconductores están actualmente exentos de los amplios aranceles globales del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Intel y sus compañeros fabricantes de chips se enfrentan a clientes reacios a los compromisos de gasto en medio de la incertidumbre macroeconómica generalizada.
Los ingresos de Intel en el segundo trimestre del periodo finalizado el 28 de junio se mantuvieron planos en 12.900 millones de dólares, poniendo fin a una racha de cuatro trimestres de caídas en las ventas. El resultado superó las estimaciones de 11.920 millones de dólares, según datos de LSEG.
El CEO Tan se ha centrado en un proceso de fabricación de chips de nueva generación llamado 14A para ganar grandes clientes externos, alejándose del 18A, una tecnología en cuyo desarrollo su predecesor Pat Gelsinger había gastado miles de millones de dólares, según ha informado Reuters.
Tan también se ha centrado en racionalizar la organización y reducir su plantilla. En abril, Intel acordó vender una participación del 51% en su negocio de chips programables Altera por 4.460 millones de dólares.
Intel dijo que los recortes de plantilla contribuyeron a unos costos de reestructuración de 1.900 millones de dólares en el segundo trimestre.
Con información de Reuters
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