Qué tengo que hacer si encuentro una serpiente en mi casa

Aunque muchos personas se muestran aterradas ante las serpientes y una mordida de muchas de ellas pueden ser potencialmente letales, desesperarse es uno de los errores más comunes en los que no hay que caer.

12 de junio, 2025 | 17.07

Las serpientes son una de las especies que provocan más miedo en los seres humanos y toparse con uno de estos animales en casa puede ser una experiencia aterradora. Aunque muchos caerían en el terror que provoca su presencia y entrarían en desesperación, este camino es uno de los errores más típicos en los que se suele caer en este tipo de situaciones.

Para empezar es preciso indicar que las víboras y serpientes son más activas durante el verano debido al calor y es común que se instalen en las zonas más cálidas, como rincones oscuros, piedras, maderas apiladas o árboles. Esto hace que puedan ser animales fáciles de identificar en una casa y en caso de que aparezcan debe tenerse en cuenta algunas cosas.

En principio, tratar de ver las características de la serpiente para luego cotejar si se trata de una especie venenosa o no. No hay que entrar en desesperación y lo que se recomienda hacer es no manipular ni tratar de capturar al animal bajo ningún aspecto, sino llamar al 911 o a la Policía Ambiental para que la capturen.

Acto seguido, se recomienda dejar el lugar donde está ubicada la serpiente para evitar mayores peligros, llevarse consigo a mascotas (si hay en el hogar) para evitar mordeduras y tratar -si se puede- de hacer un registro fotográfico de la especie, para que los efectivos que la capturen sepan las características del animal.

El método del Malbrán para elaborar sueros antiofídicos para 17 provincias

Con más de 100 años de experiencia en la producción de sueros antiofídicos, la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) Malbrán distribuye tratamientos para las mordeduras de arañas, serpientes y escorpiones a 17 provincias del país con un proceso de elaboración "muy costosos y de difícil obtención".

La complejidad del antídoto empieza por la obtención del veneno, como el caso de los escorpiones y algunas serpientes, como la víbora coral, especie de la cual dos jóvenes sufrieron mordeduras la semana pasada en la provincia de Neuquén y recibieron su tratamiento en un lapso de dos horas.

La provisión de los sueros antiofídicos destinados al tratamiento de las intoxicaciones por inoculación de venenos de origen animal o emponzoñamientos, se encuentra a cargo del Instituto Nacional de Producción de Biológicos (INPB), dependiente del Malbrán. Estos tratamientos se distribuyen a través de las áreas de epidemiología o de zoonosis provinciales las que, a su vez, se ocupan de que los mismos lleguen a los establecimientos que operan como centros anti ponzoñosos.

El primer antiofídico fue creado en 1890, en manos del primer nobel de medicina en la historia, el polaco Emil Adolf von Behring, quien descubrió la antitoxina del tétanos junto con el bacteriólogo japonés Shibasaburo Kitasato. Los científicos descubrieron que al inyectar el suero sanguíneo de un animal afectado por el tétanos a otro, se obtenía inmunidad de la enfermedad en el segundo. Comprobaron que los animales inmunizados contra el tétanos, como los caballos, debían disponer de alguna sustancia capaz de controlar la infección.