Cada año, el mes de junio marca un momento clave en el calendario astronómico: el solsticio, que puede ser de invierno o de verano según el hemisferio donde te encuentres. En el hemisferio sur, como en Argentina, este evento anuncia el inicio del invierno, mientras que en el hemisferio norte da la bienvenida al verano.
Pero más allá del cambio de estación, este momento también representa una transición energética profunda. Es un punto de inflexión que invita a la introspección, al cierre de ciclos y a la renovación personal. Y, como sucede desde tiempos ancestrales, muchas personas eligen acompañar esta transformación con rituales simbólicos que honran la conexión con la naturaleza y consigo mismas.
Cuáles son los mejores rituales para hacer en el solsticio de junio
Desde hace siglos, distintas culturas celebran el solsticio con rituales que buscan aprovechar su energía. En el caso del solsticio de invierno, que este 2025 tendrá lugar el 21 de junio en el hemisferio sur, se trata del momento en el que la noche alcanza su máxima duración y, a partir de entonces, los días comienzan lentamente a alargarse. Es decir, es el retorno paulatino de la luz, un símbolo perfecto para iniciar nuevas etapas.
Uno de los rituales más significativos para esta fecha consiste en hacer una limpieza energética que permita cerrar ciclos y plantar nuevas intenciones. Para ello, podés:
- Preparar un pequeño altar con elementos que simbolicen los cuatro elementos: fuego (velas), tierra (ramas o cristales), agua (un vaso con agua) y aire (incienso o copal).
- Tomate un momento en silencio, hacé respiraciones profundas y escribí en un papel aquello que necesitás soltar: emociones, hábitos, vínculos o pensamientos que ya no querés cargar.
- Luego, quemá ese papel como acto simbólico de liberación.
- Después, podés mirar fijamente la llama de una vela durante unos minutos (una práctica conocida como tratak en yoga) y visualizar lo que deseás sembrar en esta nueva etapa.
- Bebé el agua del ritual al finalizar para sellar la intención y permitir que esa energía se integre en vos.
Otra propuesta sencilla y poderosa es aprovechar la noche del 21 para desconectarte de lo externo. Apagá el celular, evitá redes sociales y sumergite en el silencio, ya sea con una meditación, una sesión de yoga nidra o simplemente con una caminata en contacto con la naturaleza, aunque sea en una plaza, enfocándote en lo que querés dejar atrás y en lo nuevo que deseás recibir.
Lo importante no es contar con objetos específicos ni replicar fórmulas exactas. Los rituales más efectivos son los que nacen desde la intención auténtica. Podés usar ramas de romero, hojas de roble o incluso una vela común. Lo que importa es el sentido que le das a ese momento. El solsticio es una invitación a mirar hacia adentro, a resetear, a alinear tus deseos con tus acciones.
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