La humedad se apoderó de Buenos Aires a inicio de esta semana, pero esta situación está a punto de cambiar según anunció en Servicio Meteorológico Nacional. Precisamente, entre la madrugada del viernes y la mañana del sábado, la humedad se despedirá de la provincia para darle lugar a las intensas lluvias y tormentas.
Mientras que la Patagonia y la zona oeste del país, como Mendoza, empezaron a vivir un clima inestable durante este miércoles, el mal clima empezará a avanzar hacia Buenos Aires desde el jueves por la noche. Esto se debe a que la provincia de Mendoza recibió al viento Zonda y este fenómeno arrastrará la condensación de agua hasta CABA y alrededores.
Precisamente, para la jornada del viernes se esperan intensas lluvias y tormentas de hasta 30-50 mm en ciertas zonas de Buenos Aires, incluso no se descarta la posibilidad de que caiga granizo. La inestabilidad del clima continuará hasta el sábado, cuando se formará una ciclogénesis hacia el sudeste con bajas presiones que rápidamente escapará hacia el Océano Atlántico.
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Finalmente, el domingo ya no se esperan lluvias, pero el cielo se mantendrá nublado con fuertes ráfagas de viento de hasta 50 kilómetros por hora con una temperatura que oscilará entre los 9 y los 16 grados. Sin embargo, lo más alarmante es el viento, que pegará más fuerte en la zona de la costa.
Llega el Zonda y trae el calor: cómo afectará este fenómeno al país
El viento zonda es un fenómeno que se da al pie de la cordillera de los Andes y se caracteriza por ser seco, intenso y muy cálido. Actualmente, este viento llegó al país y está afectando a varias provincias, en particular a Mendoza, San Luis, con ráfagas de hasta 70 kilómetros por hora.
Sin embargo, estas no son las únicas provincias afectadas, ya que este fenómeno se expande y llega a provincias como Salta, Jujuy y Tucumán, donde el calor del viento elevará las temperaturas a picos insólitos para la época del año. Durante lo que resta de la semana y el fin de semana, las provincias del norte podrían llegar a temperaturas de entre 30 a 35 grados, mientras que las lluvias marcarán un descenso de la temperatura en Buenos Aires y alrededores.
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