La vitamina C es fundamental para tener una piel saludable, joven, luminosa e impecable. Existen 3 frutas ricas en esta vitamina que te ayudan a mejorar la piel de manera notable si las consumís regularmente, según expertos. Cabe destacar que la inclusión de estas frutas debe estar en sintonía con una alimentación saludable, práctica regular de ejercicio físico, gestión del estrés, una buena hidratación, entre otros factores.
Estas frutas, ricas en vitamina C, tienen un alto contenido de antioxidantes, ideales para reforzar el sistema inmunológico, reducir la inflamación y combatir el daño celular causado por los radicales libres. "Los radicales libres son moléculas inestables creadas naturalmente por el cuerpo y el medio ambiente, como los contaminantes, el humo del cigarrillo, los pesticidas y la radiación UV", explica Jessica G. Anderson, MS, RD, en diálogo con Real simple.
Además, explica que la vitamina C también es muy necesaria para "la síntesis de colágeno, la síntesis de L-carnitina (sustancia química necesaria para el metabolismo), la formación de ciertos neurotransmisores y el metabolismo proteico, así como para la formación y reparación del tejido conectivo, los músculos, los huesos y los vasos sanguíneos".
Frutas ricas en vitamina C que tenés que incorporar para tener una piel saludable y luminosa
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Naranja: Por supuesto, la naranja es la fruta por excelencia rica en vitamina C. Una naranja mediana contiene 70 mg de esta vitamina. Esto llega a cumplir la dosis mínima requerida para los adultos, que es entre 65 y 95 mg de vitamina C al día. Además, contiene flavonoides que mejoran la circulación y protegen la piel del daño solar.
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Kiwi: El kiwi contiene 64 mg de vitamina C. Además, contiene fibra y un puñado de micronutrientes, incluida la vitamina C. Su consumo regular ayuda a mejorar la textura de la piel, favorece la digestión y promueve una piel más uniforme y luminosa.
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Ananá: El ananá está lleno de nutrientes, como fibra, vitamina B6, magnesio, hierro y calcio. Es una excelente fuente de vitamina C, ya que ofrece 79 mg de esta vitamina. Su combinación de antioxidantes y propiedades antiinflamatorias la vuelve ideal para una piel libre de impurezas y con menos enrojecimientos.
La importancia de la vitamina C para la piel
La vitamina C es uno de los antioxidantes más potentes y esenciales para la salud de la piel, ya que cumple con funciones clave. Estimula la producción de colágeno, la proteína estructural que mantiene la piel firme, elástica y joven. Principalmente, es indispensable en la síntesis del colágeno tipo I y III, los más abundantes en la piel. Sin suficiente vitamina C, la piel puede volverse más flácida, opaca y propensa a arrugas.
Además, protege del daño solar y ambiental, ya que neutraliza los radicales libres generados por la radiación UV, la contaminación, el humo, el estrés, etc. Cabe destacar que esto no reemplaza al protector solar, pero potencia su efecto y ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro y la hiperpigmentación.
La vitamina C también unifica el tono y aporta luminosidad para la piel. Esto se debe a que inhibe la enzima tirosinasa, responsable de la producción de melanina, lo que puede ayudar a desvanecer manchas oscuras o marcas del sol. También aporta una piel más clara, uniforme y radiante y favorece la cicatrización y reduce la inflamación. Ayuda en la regeneración de tejidos, por lo que acelera la curación de heridas, granitos o irritaciones, gracias a sus propiedades antiinflamatorias, que además, benefician a pieles con acné, rosácea o sensibilidad.
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