Un nuevo dinosaurio depredador fue identificado a partir de fósiles encontrados en Argentina, más específicamente en la Formación Lago Colhué Huapi, en la provincia de Chubut. Lo curioso de esta especie de dinosaurio es que, a diferencia de otros, se alimentaba de cocodrilos. Esto representó un gran hallazgo para la comunidad científica.
Se trata de Joaquinraptor casali, una especie de dinosaurio con una garra en el pulgar que hacía que la mano humana pareciera diminuta. Todo indica que este animal fue un cazador que se alimentaba de cocodrilos y que era uno de los dinosaurios más temidos.
Esto se probó ya que la mandíbula de un fósil de dinosaurio de esta especie apareció en contacto con el hueso de la pierna de un cocodrilo. Aunque no es una prueba directa, sugiere que este reptil estaba dentro de su alimentación. Se estima que existió hace entre 70 y 66 millones de años.
Se cree que era un adulto que no se había alcanzado a desarrollar, con alrededor de 19 años. Esta especie recibió el nombre Joaquín en homenaje al hijo del primer autor del estudio. "Raptor" viene del latín y significa “ladrón”, y casali es en reconocimiento al Dr. Gabriel Andrés Casal, quien hizo numerosas contribuciones a la paleontología y geología del Cretácico en la Patagonia central, incluida la denominación de la formación donde se recuperó este megaraptorido.
Cómo era el dinosaurio Joaquinraptor casali
Joaquinraptor tenía un cráneo alargado, rasgo típico de los megaraptoranos, lo que lo convertía en un depredador dominante en su ecosistema. Este grupo de dinosaurios se conoce en Asia, Australia y Sudamérica, aunque la falta de fósiles completos ha dificultado su estudio.
El equipo estimó que medía aproximadamente 7 metros de largo y que pesaba más de 1.000 kilogramos, un equivalente a más de 2.200 libras. Se cree que pasaba sus días en un ambiente de llanura de inundación cálido y húmedo, lo que contribuye a la teoría de que comía cocodrilos. Los fósiles que se encontraron fueron parte de su cráneo, extremidades delanteras, vértebras y costillas.
Probablemente, este dinosaurio habitaba en una llanura de inundación cálida y húmeda, donde cocodrilos y otros animales podían convertirse en sus presas. Aun así, los científicos señalan que hacen falta más estudios para precisar su comportamiento y su rol ecológico.
Lo que está claro es que fue uno de los depredadores tope de su época y uno de los megaraptoranos más recientes conocidos. Finalmente, se extinguió con el resto de los dinosaurios tras el impacto de Chicxulub.