Hay gestos de los gatos que son imposibles de no amar. Uno de ellos es cuando se acomodan sobre una manta, o directamente sobre nuestro regazo, y empiezan a mover las patitas delanteras como si estuvieran amasando pan. Esa escena suele venir acompañada de un ronroneo suave y de una expresión de pura calma. Es uno de esos momentos en los que el gato parece olvidar el mundo y simplemente disfrutar. Pero lo que muchos no saben es que ese “amasado” tiene una explicación instintiva y emocional muy profunda.
Desde que nacen, los gatos amasan el vientre de su madre para estimular la salida de la leche. Es un reflejo vital que los ayuda a alimentarse y al mismo tiempo, a reforzar el vínculo con ella. Lo curioso es que, aunque crezcan y se vuelvan independientes, ese movimiento no desaparece, sino que queda grabado en su memoria como una forma de expresar bienestar y afecto. Por eso, cuando un gato amasa, en realidad está recordando la sensación de seguridad y contención de sus primeros días de vida.
Por qué los gatos amasan
Entre las razones más comunes de cuando un gato "amasa", están el bienestar y la felicidad. Un gato que amasa está cómodo, tranquilo y contento con su entorno. También puede ser una forma de estirarse o de preparar el lugar donde va a descansar, como si estuviera “acomodando” la superficie antes de echarse una siesta.
Además, los gatos tienen glándulas en las almohadillas de las patas que liberan feromonas. Así, cuando amasan, también están marcando su territorio. En casas con varios gatos, no es raro que lo hagan sobre una manta o un almohadón para dejar claro que ese lugar les pertenece.
Qué significa cuando los gatos amasan a sus dueños
Cuando un gato te amasa directamente, no hay dudas: te quiere y se siente a salvo con vos. Es su manera de mostrarte afecto, de decirte, sin palabras, que sos parte de su mundo más íntimo. Ese gesto tiene algo casi infantil, ya que, al hacerlo, el gato revive el recuerdo de estar junto a su madre, pero ahora en tus brazos o regazo.
A veces puede doler un poco si saca las uñas, pero conviene no apartarlo de golpe. Lo mejor es poner una manta entre ambos o simplemente dejarlo hacer mientras ronronea. En ese momento, el gato está diciéndote, a su manera, que confía en vos y que te elige como su lugar seguro.
