Según la grafología, a través del análisis de la escritura manuscrita de un individuo se puede determinar cómo es su personalidad. A pesar de que esta práctica no cuenta con evidencia científica, las personas que la realizan aseguran que la manera en la que hacemos los trazos a la hora de escribir está directamente relacionada con nuestra psicología, y por ende, con nuestra forma de ser.
Según la psicología, hay ciertas personas que tienen más desarrollado su lado racional, mientras otras el lado emocional. Y de acuerdo con expertos en grafología, la manera en que dibujamos ciertos números, como el 8, puede revelar esta información sobre nuestra personalidad.
Cómo escribís el número 8 y qué dice sobre vos
Según la grafología, si dibujás el número 8 con dos círculos bien definidos pero separados, sos de dividir la razón y la emoción. Esto significa que a la hora de tomar una decisión, seguramente priorizás lo que te dice tu mente racional antes que tu corazón. Si bien esto puede ser muy positivo para ciertas situaciones, puede irte en contra en otras.
Esta conclusión de la grafología se explica por que el círculo superior se asocia con la mente lógica y racional, mientras que el inferior está vinculado a los impulsos emocionales. Al no unir ambos con un solo trazo, se estaría reflejando una tendencia a mantener estos dos aspectos bien separados uno del otro. Esto puede darse en personas que, por ejemplo, priorizan la lógica a la hora de tomar decisiones y procuran que las emociones no interfieran en ese proceso.
Por otro lado, si separás los dos círculos del 8 también puede significar que sos una persona estructurada, que quiere tener todo bajo control o que es muy metódica. Esto se explica por la precisión al dibujar ambos círculos. Además, también puede indicar que sos una persona que se pone muchas barreras emocionales como mecanismo de defensa.
Cabe destacar que a lo largo del tiempo, es normal que vayamos cambiando nuestra manera de hacer los trazos. Esto puede estar influenciado por factores como nuestro nivel de madurez, experiencias significativas que vivimos, estados emocionales o incluso procesos terapéuticos. Si una persona que antes escribía el 8 con dos círculos separados empieza a unirlos en un solo trazo, podría estar integrando de forma más armoniosa su mundo racional con el emocional.
Aunque puede parecer un detalle menor, la forma en que escribimos los números es para la grafología una forma de conocernos a nosotros mismos. Entender nuestros trazos nos invita a mirar con curiosidad ciertos patrones que repetimos casi sin darnos cuenta y que podrían estar reflejando cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás.
Más allá de si uno cree o no en esta disciplina, prestar atención a estos gestos del día a día puede ser una forma interesante de autoconocimiento. La grafología concluye que incluso las cosas más chiquitas, como el trazo de un número, también pueden decir algo de lo que somos, lo que sentimos o lo que estamos atravesando.