La inmensidad del espacio exterior sigue siendo todo un enigma en varios aspectos: día a día salen a la luz nuevos cuerpos, galaxias y terrenos totalmente inexplorados y desconocidos para el ser humano. Sin embargo, entre las miles de incógnitas que surgen a diario, se dio a conocer un dato tan curioso como impactante: cuál es el peculiar olor que predomina en el espacio.
Uno de los aromas que más impactó fue descubrir cuál es el olor que hay en la atmósfera de Júpiter. Precisamente, según la investigadora Marina Barcenilla, este planeta es "una bomba fétida". "Probablemente desearías estar muerto antes de llegar al punto en que te aplastara la presión", continuó la investigadora sobre el fuerte olor que hay en este planeta bastante desconocido por los seres humanos. Luego, precisó: "Creemos que la capa superior de la nube está hecha de hielo de amoníaco", dice Barcenilla, comparando el hedor con el de la orina de gato. "Luego, a medida que se desciende, se encuentra sulfuro de amonio. Es entonces cuando se tiene amoníaco y azufre juntos: una combinación infernal". En pocas palabras, la superficie huele similar a los huevos podridos.
Además, si nos acercamos al exterior, se detectan partículas de amoníaco y fósforo, por lo que también la científica aseguró que puede sentirse aromas similares al petróleo y al ajo. Incluso, hay quienes dicen que la zona cercana a Júpiter se puede sentir un aroma bastante fuerte, pero nunca se podrá sentir 100% real ya que las condiciones atmosféricas no permiten descender sin la ropa adecuada.
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Asteroides ocultados por Venus podrían impactar en la Tierra y provocar un desastre
Un equipo de investigadores internacional reveló en las últimas horas que identificaron asteroides que tienen órbitas que los podrían llevar a la Tierra y destruir ciudades enteras y provocar tsunamis e incendios. La mayor preocupación de los expertos radica en que estos cuerpos están ocultos por el resplandor del Sol, a la vez que su órbita está sincronizada con la de Venus, lo que los hace prácticamente indetectables.
Los asteroides que detectó el equipo de científicos de Brasil, Francia e Italia, miden entre 100 y 396 metros de diámetro, y en caso de impactar contra la Tierra crearían un cráter de más de 3 kilómetros y liberarían energía más de un millón de veces más potente que la de la bomba nuclear lanzada sobre Hiroshima, Japón, en 1945. Otra de los grandes problemas que representan estos objetos, conocidos como asteroides coorbitales de Venus, para nuestro planeta es que giran en torno al Sol en trayectorias similares a las del planeta vecino, sin depender de forma completa de su gravedad.
Si bien los especialistas -liderados por el profesor de la Universidad de São Paulo, Valerio Carruba- detectaron 20 de estos cuerpos, solo uno cumple los requisitos para considerarlo potencialmente peligroso. Las características que hacen que sea observado especialmente es que tiene más de 140 metros de diámetro y está a unos 7,5 millones de kilómetros de la Tierra, una distancia mínima de 0,05 unidades astronómicas.
El hecho de que la trayectoria de estos asteroides coorbitales de Venus sea caótica e impredecible es lo que los hace potencialmente peligrosos para la Tierra, ya que nada impide que puedan cruzarse en el camino de nuestro planeta. Por otra parte, los investigadores reconocieron que el Observatorio Rubin en Chile podría ser capaz de detectar a los asteroides, aunque la ventana extremadamente corta de entre dos y cuatro semanas hace todo aún más complicado.
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