La imponente terraza y restaurante de Buenos Aires que hace más de 100 años era un depósito de carbón: dónde queda y el lugar ideal para salir a comer

Buenos Aires suma una nueva propuesta que fusiona patrimonio histórico, arquitectura innovadora y cocina de autor en un mismo espacio.

02 de septiembre, 2025 | 13.15

La Ciudad de Buenos Aires sumó recientemente una propuesta que combina historia, arquitectura y gastronomía en un mismo espacio. Se trata de un nuevo restaurante que, tras una cuidadosa restauración, abrió sus puertas para recuperar la identidad de un edificio con más de un siglo de vida y transformarlo en un punto de encuentro cultural y culinario.

La historia detrás de un edificio centenario

El pasado 8 de julio quedó inaugurada La Terraza de La Carbonera, ubicada en pleno barrio de San Telmo. El edificio que hoy alberga este moderno restaurante funcionó hace más de 100 años como depósito de carbón, luego como almacén barrial y más tarde como teatro independiente. Cada etapa dejó una huella que aún puede percibirse en su impronta, ahora reinterpretada con una mirada contemporánea.

El proyecto de recuperación respetó la esencia original de la construcción, integrando la memoria histórica con una propuesta que busca consolidar a San Telmo como polo cultural y gastronómico de la ciudad.

Una arquitectura única en la ciudad

Uno de los mayores atractivos del lugar es su diseño arquitectónico. La Terraza de La Carbonera cuenta con una estructura vidriada, con techo y paredes transparentes, que permite la entrada de luz natural durante todo el día. Las vistas al casco histórico ofrecen un marco inigualable para quienes buscan disfrutar de una experiencia diferente en Buenos Aires.

El restaurante se destaca por su arquitectura vidriada y las vistas al casco histórico porteño.

En el interior, el ambiente combina mesas de madera con bases de hierro forjado, sillas tapizadas en pana bordó y una barra a la vista que suma dinamismo. La cocina abierta, donde se pueden observar los preparativos en tiempo real, refuerza la idea de cercanía y transparencia. En el exterior, la terraza al aire libre con minibarras y taburetes blancos se convierte en un espacio perfecto para encuentros informales bajo el cielo porteño.

Además de su cocina, el espacio se consolida como un nuevo punto cultural y social de Buenos Aires.

Una propuesta gastronómica que une tradición y modernidad

La propuesta culinaria se desarrolla desde la mañana hasta la noche, con alternativas que abarcan desayunos, almuerzos, meriendas y cenas. El corazón de la cocina está en el fuego, con técnicas que van desde la brasa y el rescoldo hasta la chapa y el horno a leña.

Entre los platos principales resaltan la arañita al horno de leña con papines rotos, el cordero braseado con polenta cremosa y la caldereta de pesca del día a la parrilla. Los Platitos Carboneros invitan a compartir sabores como las anchoas de Mar del Plata con pickles de apionabo, las empanadas de langostinos con queso fresco, puerros y cilantro, o la provoleta asada con paté de morrones y nuez.

Los sándwiches también tienen un lugar destacado, con opciones que van desde el Club Sandwich de vitello hasta la pita de gírgolas con chimichurri fresco y el clásico choripán. En cuanto a los postres, la carta ofrece versiones renovadas de clásicos: flan casero de leche ahumado, cremoso de chocolate con mousse de banana y pavlova con curd de limón y frutas frescas.

Su propuesta gastronómica abarca desde platos a la leña hasta versiones renovadas de clásicos postres.

Un espacio cultural y social en San Telmo

Además de su enfoque en la gastronomía, La Terraza de La Carbonera funciona como un espacio cultural. Allí se realizan eventos privados, celebraciones y encuentros, con la posibilidad de contar con un servicio de catering integral que puede trasladar la impronta del lugar a otros espacios.

Con más de cien años de historia en sus cimientos y una propuesta renovada, La Terraza de La Carbonera logra unir pasado y presente en una experiencia integral. Su ubicación en San Telmo, su arquitectura vidriada y su carta variada lo convierten en un destino que promete consolidarse como un clásico dentro de la oferta gastronómica y cultural de Buenos Aires.