La escena de la gastronomía porteña suma una propuesta con identidad marcada, que destaca por su cocina fresca, creativa y de raíz. En el corazón de Abasto, abrió sus puertas un restaurante que celebra la comida peruana con autenticidad, sabor y un fuerte arraigo cultural. La apuesta combina tradición, técnica y estética, con un enfoque contemporáneo.
Un homenaje a la costa del Perú con sello porteño
Grau Cebichería, inaugurado en mayo de 2025, busca ser mucho más que un restaurante. El proyecto, liderado por el chef Raúl Zorrilla Porta, honra la tradición culinaria del litoral peruano a través de una propuesta que encuentra equilibrio entre lo clásico y lo moderno. Cada plato evoca paisajes, memorias familiares y sabores del Pacífico, pero con ingredientes locales y una ejecución pensada para sorprender.
La ambientación del espacio acompaña el relato gastronómico. Inspirado en el héroe naval Miguel Grau Seminario, el salón de más de 80 cubiertos presenta una estética marina con tonos profundos y una cocina abierta que permite al comensal observar cada detalle del proceso. Esta conexión entre historia, identidad y técnica se refleja tanto en el entorno como en la carta, donde el protagonista indiscutido es el cebiche en sus múltiples versiones.
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Platos con identidad y una carta que destaca por su creatividad
La propuesta gastronómica de Grau se construye sobre la base de productos frescos y técnicas que realzan los sabores naturales. El plato emblema es el cebiche Las Casuarinas, una combinación generosa de pulpo, calamar, chipirones y pesca blanca, montada sobre una emulsión de vieiras. La versión Carretillero, en tanto, suma rabas crocantes y se inspira en los puestos callejeros de Lima.
Las causas, los tiraditos y los arroces aportan variedad y textura al menú. Entre las opciones más destacadas figura la causa Escabechada, con papa saborizada en tinta de calamar y escabeche al estilo Ferreñafe. Otra preparación que se impone por su originalidad es la quinua atamalada con langostinos ahumados, un guiño a la infancia del chef. El Tacu Tacu a lo Macho -mezcla de arroz, frejoles, chicharrón de pescado y mariscos en salsa picante- completa la oferta de arroces.
En el apartado de pescados enteros, las opciones varían según temporada y disponibilidad, gracias al abastecimiento diario de Ichiban, un distribuidor especializado del Barrio Chino. Cada ejemplar -sea mero, lenguado o lisa- puede pedirse a la parrilla, frito o a la plancha. El plato “A lo Betty”, bautizado en honor a la hermana del chef, resume la filosofía del lugar: cocina hecha con afecto y con historia.
Cócteles con acento peruano y una carta dulce con sabor a hogar
La propuesta de bebidas acompaña con personalidad. Las limonadas infusionadas con ají amarillo o la chicha casera de mango, jengibre y especias ofrecen una experiencia refrescante. Los cócteles de autor se destacan por su intensidad aromática y combinaciones inusuales, como el Santo Moradito o el Piurano, con notas cítricas y florales.
Para el cierre, la carta de postres conserva la esencia casera y reconfortante. Desde los tradicionales picarones con miel de chancaca hasta reinterpretaciones como la torta de chocolate con crocante de quinua, el recorrido dulce mantiene el mismo nivel de sofisticación y raíz.
Además, de martes a viernes, se ofrece un menú ejecutivo accesible, que incluye entrada, plato principal y bebida, una opción ideal para quienes trabajan en la zona y buscan una pausa al mediodía con platos sabrosos y bien presentados.
Grau Cebichería se ubica en Guardia Vieja 3372, en el barrio de Abasto. Allí, la gastronomía se transforma en un viaje sensorial por el Perú costero, con la comida peruana como protagonista indiscutida. Un destino obligado para quienes buscan descubrir nuevas expresiones del cebiche en Buenos Aires.
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