Chau colores: la nueva tendencia de uñas que apuesta por la elegancia y sobriedad

Durante muchos años, en el otoño primaron los colores oscuros para las uñas, pero ahora llegó una nueva tendencia más elegante para esta temporada.

08 de junio, 2025 | 21.28

Históricamente, en otoño e invierno se utilizaban colores oscuros para las épocas de invierno a la hora de hacerse la manicura. Generalmente, los tonos bordó, naranjas o incluso azules. Sin embargo, ahora se empezó a viralizar una nueva tendencia llamada “princess nails” que se imponen como la manicura minimalista favorita de este 2025, incluso superando a los colores clásicos de todas las estaciones.

Inspirada en la realeza europea, con referentes como Kate Middleton o la reina Letizia, esta tendencia apuesta por uñas cortas, bien limadas, con tonos suaves como nude, rosa pálido o acabado glossy, sin diseños llamativos. La clave de las princess nails está en su simplicidad: una base limpia, un color translúcido y un toque de brillo. Basta con una capa de esmalte rosa tenue o nude, seguida de un top coat, para lograr un efecto profesional, femenino y sutil. El resultado es una manicura versátil que combina con cualquier look, desde casual hasta formal, sin opacar la elegancia natural de las manos.

A diferencia de otras tendencias minimalistas como las “soap nails” o las “nailskin”, que se centran en el efecto transparente y natural, las princess nails enfatizan el brillo y la feminidad a través de colores apenas perceptibles. Una buena alternativa para quienes buscan un estilo pulcro, limpio e intencional sin recurrir a tonos vibrantes o decoraciones complejas.

Adaptarse a la tendencia es sencillo, ya que se pueden hacer con un profesional o con materiales en casa. El paso a paso es simple: limá las uñas a una longitud corta y uniforme, aplicá una base fortalecedora, colorealas con un nude suave o rosa claro y sellá con un topo coat brillante. El acabado glossy distingue a esta manicura y refuerza su carácter elegante y atemporal.

Cáncer de piel: científicos argentinos descubrieron el peligro de hacerse este tipo de uñas

Científicos argentinos del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) descubrieron que existe un tipo de manicuría que produce enormes daños en la piel, pudiendo llevar incluso a producir cáncer de piel. Desde hace algunos años, se viene advirtiendo sobre los peligros de las lámparas para uñas, que sellan el esmalte de manera semipermanente, durante un mínimo de 14 días. Sin embargo, ahora se comprobó que este aparato realmente produce cambios en la piel.

Los expertos investigaron los daños que la radiación emitida por lámparas de secado de esmalte de uñas puede producir sobre la piel. Así, descubrieron que muchas partículas, entre ellas la enzima encargada de producir melanina, se alteran con el uso de estas cabinas. La investigación se publicó recientemente en la revista científica Chemical Research in Toxicology y generó una gran preocupación. Además, se comprobó que este daño se produce tanto en las cabinas viejas, que emitían luz UV, como en las nuevas, que emiten luz LED.

Esta investigación comenzó cuatro años atrás, cuando María Laura Dántola, docente universitaria e investigadora en el Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA, CONICET-UNLP), se preguntó si el esmalte semipermanente podría generar daños en la piel, ya que los esmaltes se fijan con un dispositivo formado por una fuente de luz LED que permite un secado rápido en minutos. Esto es especialmente peligroso si una persona se hace las uñas con este tipo de radiación con frecuencia de una vez a la semana y si no se toman los recaudos necesarios.

"Los primeros dispositivos de este tipo utilizaban radiación de tipo UVA y luego fueron cambiando a luz LED UVA visible, la misma región del espectro solar que llega a la superficie terrestre. Si bien es cierto que aquellas lámparas eran mucho más perjudiciales, en nuestra investigación probamos que igualmente las modernas provocan modificaciones químicas en moléculas de la piel, que están poco investigadas y mucho menos se advierten en el manual de uso del producto, que es de venta libre y a un costo muy accesible", explicó Mariana Serrano, investigadora del CONICET en el INIFTA y autora junto a Dántola, Mariana Vignoni y Carlos Ardila Padilla. Además, destacó que no existe ningún tipo de control ni regulación para los fabricantes de estas máquinas.