Las cáscaras de calabaza son un superalimento muy nutritivo para el organismo, pero además de eso, son un poderoso fertilizante. Estas cáscaras son duras en el exterior y muy fibrosas, y como se consideran no comestibles, muchas personas las tiran, sin saber los increíbles beneficios que pueden tener para las plantas. Los expertos en jardinería recomiendan conservarlas para usarlas como fertilizante natural, y si sos constante al utilizarlas, tus plantas van a florecer como nunca antes.
Las cáscaras de calabaza son ricas en nutrientes como fibra, vitaminas (como la C y E) y antioxidantes. Estos compuestos no solamente son muy positivos para la salud, sino también para el crecimiento de las plantas. La explicación de esto es que al descomponerse, liberan nutrientes ideales para el suelo, que con el tiempo, fortalecen el crecimiento de las plantas al promover suelos ideales para su desarrollo.
Cómo usar cáscaras de calabaza como fertilizante natural para hacer crecer las plantas
1. Secado y triturado
El secado y triturado es una de las formas más prácticas de usar las cáscaras de calabaza. Lo que tenés que hacer es secarlas al sol durante algunos días, hasta que estén completamente duras. Luego, podés triturarlas en pedacitos chiquitos o molerlas en una procesadora. El polvo que te quede se puede esparcir directamente sobre la tierra de tus macetas o en el jardín, mezclándolo con la capa superior del suelo.
2. Compostaje
Otra muy buena manera de aprovecharlas es agregarlas a tu compostera. Como las cáscaras de calabaza son ricas en materia orgánica, se descomponen muy fácilmente cuando se combinan con otros residuos vegetales. De esta forma, se convierten en un abono natural muy nutritivo para todo tipo de plantas. Solamente asegurate de cortarlas en trozos pequeños para acelerar el proceso de descomposición.
3. Enterrarlas directamente en la tierra
Si no tenés tiempo para compostar o triturar, podés cortar las cáscaras de calabaza en pedazos medianos y enterrarlas a unos 10-15 cm de profundidad cerca de la raíz de tus plantas. Con el tiempo, se van a ir descomponiendo y liberando sus nutrientes directamente en el suelo.
4. Preparar un fertilizante líquido
También podés preparar un té de compost con cáscaras de calabaza. Colocá los restos en un balde con agua, dejalos reposar durante 3 a 5 días y luego usá ese líquido para regar tus plantas. Es una forma rápida de transferir nutrientes y mejorar la calidad del suelo.
Cómo hacer crecer tu limonero en casa
Tener un limonero en casa es el sueño de muchas personas, pero hay quienes piensan que es una tarea demasiado complicada. Afortunadamente, existe un método casero muy simple para que tengas tu propio árbol de limones en casa que seguramente te va a sorprender. Con una técnica simple, podés hacer germinar tus semillas de limón y ver resultados en solo unas semanas, mucho antes de lo que tarda el proceso habitual.
Tener tu propio limonero te va a ayudar a ahorrar dinero en limones, y además, va a darle vida a tu jardín. Este truco consiste en usar semillas frescas y favorecer su brote con un sistema de germinación en papel húmedo. Para lograrlo, lo primero que tenés que hacer es extraer las semillas de un limón recién cortado, lavarlas bien para quitar cualquier resto de pulpa y dejarlas secar unas horas.
Después, tenés que envolverlas en papel de cocina húmedo y colocar todo dentro de una bolsa o recipiente cerrado. Esto crea un entorno cálido y húmedo, perfecto para que las semillas comiencen a germinar. Extraé las semillas de un limón fresco y lavalas bien. Luego, dejalas secar durante unas horas. Ponelas entre papel absorbente humedecido. Guardá el papel en una bolsa o recipiente cerrado y esperá unos 15 días a que comiencen a brotar.
Una vez que las raíces asoman, podés plantar las semillas germinadas en una maceta con tierra rica en nutrientes. Ubicala en un espacio donde reciba buena luz solar y mantené el riego con moderación. En menos de 30 días, vas a empezar a notar las primeras hojas. Este método no solo acorta los tiempos, sino que también mejora las probabilidades de que las semillas prosperen. Es ideal si querés iniciarte en el cultivo casero de forma práctica y con buenos resultados.