Los aros de cebolla son un clásico imbatible, perfectos para acompañar unas ricas hamburguesas, un asado o simplemente para comer algo rico y diferentes durante una reunión. Lo mejor es que se pueden hacer fácilmente en casa.
La receta clave para hacer aros de cebolla bien crujientes
Ideales para cualquier juntada con amigos o familia, los aros de cebolla se pueden preparar de manera rápida. La inteligencia artificial de Google, Gemini, analizó cientos de datos y definió la mejor receta para hacerlos. Se trata de una preparación que lleva ingredientes que se pueden conseguir fácilmente y una clave: cerveza bien helada. Conocé el paso a paso de la preparación:
Ingredientes
- 2 cebollas grandes (blancas o dulces)
- 1 y 1/2 tazas de harina de trigo común (000 o 0000)
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 1 cucharadita pimentón dulce (o ahumado, si te gusta)
- 1/2 cucharadita sal fina
- 1/4 cucharadita pimienta negra molida
- 1 taza cerveza lager o rubia bien fría
- Suficiente aceite vegetal (girasol o maíz)
Preparación paso a paso
- Pelá as dos cebollas y cortalas en rodajas de aproximadamente 1 cm de grosor. Separá con cuidado cada rodaja en aros individuales y secalos con un poco de papel de cocina para quitarles el exceso de humedad. Tip extra: si tenés tiempo, podés ponerlos 10 minutos en el freezer mientras preparás la mezcla para rebozar.
- En un bol grande, mezclá 1 taza de harina (la media taza restante la vas a necesitar después), el polvo de hornear, el pimentón, la sal y la pimienta.
- Poco a poco, incorporá la cerveza súper fría mientras batís con un tenedor o batidor de alambre. Es importante que la cerveza esté realmente helada. Batí hasta que te quede una mezcla homogénea, parecida a la masa de panqueques, pero un poco más espesa.
- En un plato, poné la media taza de harina que reservaste. Pasá cada aro de cebolla por esta harina seca. Después sumergí los aros en la mezcla asegurándote de que queden bien cubiertos.
Los aros de cebolla se pueden servir con un dip picante o un rico aderezo
- Calentá el aceite en una olla o sartén profunda, debe estar entre unos 170 y 180°. Si no tenés termómetro, sabés que está listo cuando tirás una gotita de la mezcla y burbujea inmediatamente. Comenzá a freír los aros en tandas pequeñas durante 2 o 3 minutos. Es fundamental no saturar la olla, ya que esto baja la temperatura del aceite y los aros quedan blandos y absorben mucha grasa.
- Retiralos del aceite, escurrilos sobre papel absorben y podés añadirles un poquito de sal. ¡Listo! ya podés disfrutarlos con un buen aderezo o dip picante.
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