Rápido y nutritivo: cómo transformar un plato de polenta con un poco de espinaca

Este plato destaca por ser rendidor para familias numerosas y contener muchos nutrientes.

13 de agosto, 2025 | 21.34

La polenta es uno de los platillos predilectos de invierno en los hogares argentinos. Sin embargo, para quienes busquen una versión renovada con más fibra, hace poco empezó a viralizarse una receta simple pero eficientes para convertir a un platillo sencillo en uno totalmente completo

En un contexto donde cada vez más familias buscan opciones rendidoras y saludables, la polenta con espinaca se presenta como una alternativa ideal. Rica en fibra, vitaminas y minerales, esta combinación no solo aporta energía, sino que también suma color y sabor al plato.

La polenta, a base de harina de maíz, es conocida por su bajo costo y rápida cocción. La espinaca, por su parte, agrega hierro, calcio y antioxidantes. Un plato que, además de ser apto para toda la familia, puede adaptarse con distintas variantes según el gusto y el presupuesto.

Paso a paso para hacer polenta con espinaca

Ingredientes (para 4 porciones)

  • 1 taza de harina de maíz para polenta

  • 4 tazas de agua o caldo

  • 2 atados de espinaca fresca o 300 g de espinaca congelada

  • 1 diente de ajo

  • 2 cucharadas de aceite de oliva

  • Sal y pimienta a gusto

  • Queso rallado (opcional, para servir)

Preparación

  1. Lavar bien la espinaca, quitar los tallos más gruesos y picar groseramente las hojas.

  2. En una sartén amplia, calentar el aceite de oliva y saltear el ajo picado. Agregar la espinaca y cocinar hasta que reduzca su volumen. Reservar.

  3. En una olla, calentar el agua o caldo hasta que hierva. Añadir la harina de maíz en forma de lluvia, revolviendo constantemente para evitar grumos.

  4. Cocinar la polenta a fuego medio-bajo, removiendo, hasta que espese y se despegue de las paredes (unos 5 minutos).

  5. Incorporar la espinaca salteada, salpimentar y mezclar bien.

  6. Servir caliente, sola o con queso rallado por encima.