Receta de crumble de manzana: cómo hacerla fácil en 5 pasos

De origen británico, pero convertido en clásico universal, el crumble de manzana se ganó un lugar en la mesa argentina. La receta de Cocineros Argentinos demuestra que preparar este postre no requiere ser pastelero profesional.

27 de agosto, 2025 | 15.30

No es casual que el crumble de manzana aparezca siempre entre los mejores postres en rankings gastronómicos internacionales. Su magia está en el contraste: la base crocante, el relleno tibio y especiado de manzanas, y la cubierta arenosa que se deshace en la boca. Acompañado de helado o crema batida, es una receta que atraviesa generaciones.

En este país, Cocineros Argentinos popularizó su versión fácil y casera, perfecta para quienes buscan sorprender en la cocina sin complicarse. En tiempos en el que los sabores hogareños vuelven a ser tendencia, el crumble se instala como símbolo del confort food.

Los ingredientes para preparar crumble de manzana

La lista es corta y accesible: harina, manteca, azúcar, huevo, esencia de vainilla o ralladura de limón para la base; manzanas verdes, canela y un toque opcional de rhum o calvados para el relleno; y una cubierta de harina, manteca y azúcar mascabo.

Opcional, pero casi obligatorio: azúcar impalpable y una bocha de helado de americana.

Cómo hacer crumble de manzana en cinco pasos

  1. Preparar la masa: unir manteca, azúcar, huevo y esencia. Agregar harina hasta lograr una masa suave. Enfriar media hora y luego estirar sobre un molde. Blanquear en horno suave 15 minutos.
  2. Saltear el relleno: cocinar las manzanas en manteca con azúcar y canela hasta que estén tiernas.
  3. Armar la cubierta: desmenuzar manteca fría con harina y azúcar hasta lograr un arenado.
  4. Ensamblar: cubrir la base con el relleno y espolvorear con la cubierta.
  5. Hornear y servir: 30 minutos a 170°, desmoldar, espolvorear con azúcar impalpable y acompañar con helado o crema.

Crumble de manzana.

Consejos para un crumble perfecto

  • Usá verdes (Granny Smith) porque aportan acidez que equilibra el dulzor. Si mezclás con alguna roja, sumás textura y contraste.
  • No te limites a la canela: probá con nuez moscada, clavo de olor en polvo o un chorrito de rhum/calvados. Eso le da un toque sofisticado.
  • La manteca de la cubierta debe estar fría. Trabajala rápido con la harina y el azúcar hasta lograr granitos: si se derrite demasiado, perdés crocante.
  • Blanquear la base es clave para que no se humedezca con el relleno. Poné peso encima (porotos, garbanzos, arroz) para que no se infle.
  • Le da un sabor más profundo y un color dorado que el azúcar común no logra. Si no tenés, podés mezclar blanca con un poco de miel.
  • El horneado es mejor entre 25 y 35 minutos a 170°. El crumble no se tiene que “dorar como una galletita”, sino apenas tostarse y quedar crocante.
  • El crumble alcanza su gloria cuando todavía está tibio. Una bocha de helado de americana o crema batida fría encima hace la diferencia.
  • Si querés darle impronta argentina, probá sumarle nueces o almendras picadas.