Las tortas fritas son uno de los clásicos argentinos para los días lluviosos o nublados; si es domingo, mucho mejor. Dadas las condiciones climática en el AMBA, este plato es una opción ideal para preparar en este día y disfrutarlas con un mate o té.
La fácil y rápida preparación de las tortas fritas las convierten en una de las favoritas de la gente a la hora de prepararla, además de su característico sabor. Esta comida típica tiene un origen uruguayo que data de principios del siglo XVIII y tiempo más tarde llegó a toda América Latina con distintas variantes en su receta.
Receta clásica de tortas fritas
Ingredientes
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500 g de harina
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1 cucharadita de sal
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2 cucharadas de grasa o manteca (derretida)
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1 taza de agua tibia (aproximadamente)
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1 cucharadita de polvo de hornear (opcional, para que queden más aireadas)
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Aceite o grasa para freír
Paso a paso
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Colocar la harina en un bol junto con la sal y el polvo de hornear si se usa.
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Agregar la grasa derretida y comenzar a mezclar.
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Incorporar de a poco el agua tibia hasta formar una masa tierna y homogénea, que no se pegue en las manos.
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Amasar unos minutos y dejar reposar tapada durante 20-30 minutos.
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Dividir la masa en bollitos, estirarlos con un palo de amasar hasta obtener discos finos y hacerles un pequeño corte en el centro para que no se inflen demasiado.
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Calentar abundante aceite o grasa en una sartén y freír las tortas fritas de ambos lados hasta que estén doradas.
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Escurrir en papel absorbente y servir solas o espolvoreadas con azúcar.
Receta de buñuelos caseros
Ingredientes
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2 tazas de harina
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2 cucharaditas de polvo de hornear
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2 cucharadas de azúcar
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1 pizca de sal
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2 huevos
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1 taza de leche (aproximadamente)
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1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
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Aceite para freír
Paso a paso
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En un bol, mezclar la harina, el polvo de hornear, el azúcar y la sal.
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Agregar los huevos, la esencia de vainilla y la leche de a poco, batiendo hasta obtener una masa espesa y sin grumos.
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Calentar abundante aceite en una sartén profunda.
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Con la ayuda de una cuchara, tomar porciones de masa y dejarlas caer en el aceite caliente.
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Freír los buñuelos de ambos lados hasta que estén dorados y esponjosos.
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Retirar y escurrir sobre papel absorbente.
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Servir calientes, solos o espolvoreados con azúcar o miel.