Tiene 4000 años y sigue vivo: el tesoro botánico que desafía al tiempo

Un árbol de 4000 años se convirtió en un símbolo histórico y turístico que fascina por su sorprendente vitalidad.

14 de noviembre, 2025 | 10.10

En el corazón del Mediterráneo, donde el sol y el viento moldearon el paisaje durante milenios, se alza uno de los grandes prodigios naturales del planeta: el olivo de Vouves. Este ejemplar, ubicado en la pequeña localidad de Ano Vouves, en el oeste de Creta, posee alrededor de 4.000 años y todavía produce aceitunas, unos 150 kilos por año, como si el tiempo apenas lo rozara.

Conocido científicamente como Olea europaea L., pertenece a la misma especie que acompañó a culturas como la minoica, la micénica y la romana. Pero, a diferencia de otros árboles monumentales que sobreviven solo como restos fósiles, este olivo sigue creciendo. Su copa permanece verde, brota cada temporada y exhibe una vitalidad que sorprende tanto a los científicos como a los visitantes. En 1997 fue declarado Monumento Natural por el Gobierno griego y desde entonces se transformó en una de las atracciones más visitadas de Creta.

Un viaje hasta el árbol que vio nacer imperios

Ano Vouves está a unos 30 kilómetros de Chania, una de las ciudades más pintorescas del oeste de Creta. Allí, entre colinas y caminos rurales, se levanta el Museo del Olivo de Vouves, inaugurado en 2009 junto al ejemplar milenario. El recorrido incluye antiguas prensas, herramientas tradicionales y fotografías que cuentan la profunda relación del pueblo cretense con el aceite de oliva.

La visita es ideal para una escapada de medio día. Además de conocer el árbol, se puede disfrutar de restaurantes familiares, senderos entre olivares y vistas panorámicas del paisaje mediterráneo. Los turistas también pueden adquirir aceites locales, probar platos con aceitunas frescas e incluso participar de las cosechas simbólicas que organiza el museo en determinadas épocas del año.

Este olivo milenario creció mientras la civilización minoica alcanzaba su auge, vio la llegada de los micénicos, el dominio romano, la ocupación otomana y el devenir de la historia moderna. En los alrededores se hallaron vestigios arqueológicos que confirman que Creta fue uno de los primeros lugares del mundo donde se cultivaron olivos, hace más de 5.000 años.