Más allá de las aptitudes técnicas adquiridas en cada carrera, las empresas suelen enfocarse en otros aspectos a la hora de contratar nuevos empleados. En este marco, en un mundo laboral cada vez más acotado y exigente, se conocieron cuáles son las habilidades más buscadas por las empresas entre los curriculums que le llegan a diario.
Pensamiento crítico, autogestión, habilidades digitales (incluida la inteligencia artificial), comunicación efectiva y análisis de datos: estas son las capacidades que hoy definen quién se destaca en un mercado laboral cambiante. Pero aunque estas aptitudes son llamativas y suman mucho, ahora se suma un nuevo diferencial: la inteligencia emocional, una habilidad clave para gestionar el estrés, trabajar en equipo y liderar con empatía en entornos cada vez más desafiantes.
El mercado laboral está viviendo una transformación profunda. Aparecen nuevos puestos, otros desaparecen y las reglas del juego cambian a una velocidad que no da respiro. En este contexto, formarse ya no es algo que se hace una sola vez en la vida: hoy, mantenerse empleable exige aprender todo el tiempo. Dos conceptos se volvieron clave en este nuevo escenario que se desprenden del concepto de "inteligencia emocional": reskilling y newskilling . El primero hace referencia a recapacitarse para asumir nuevos roles, especialmente en sectores donde la tecnología o la automatización desplazaron tareas tradicionales.
El segundo implica incorporar habilidades completamente nuevas para preparar ante empleos que todavía están emergentes. Sin embargo, a ellos también se suma el upskilling, que consiste en perfeccionar y profundizar competencias ya existentes para adaptarse mejor a los cambios del entorno laboral y asumir mayores responsabilidades.
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Estos tres procesos son fundamentales no solo para conseguir trabajo, sino también para crecer profesionalmente y no quedarse atrás. María Florencia Insúa, Gerente de Proyectos y Consultoría de TR Consultores, lo resume así: “No se trata solo de sumar conocimientos técnicos, sino de adaptarse, aprender rápido y aplicar lo aprendido en contextos cambiantes”. Y agrega que quienes adoptan esta mentalidad tienen una ventaja real frente al resto.
La buena noticia es que nunca fue tan accesible formarse. Plataformas online, cursos cortos, capacitaciones virtuales y contenidos gratuitos permiten adquirir nuevas competencias desde cualquier lugar. En un mundo donde todo se transforma, quienes aprenden a transformarse también tienen más posibilidades de destacarse. "Hoy vemos cada vez más búsquedas donde lo técnico puede aprenderse, pero las habilidades blandas son lo que realmente distingue a una persona. Especialmente en posiciones junior o en procesos de reconversión laboral, las empresas priorizan la actitud, la flexibilidad y la capacidad de aprender por encima del CV", afirman desde TR Consultores, firma especializada en talento y desarrollo organizacional.
Habilidades blandas y técnicas: lo que las empresas más valoran
El pensamiento crítico, la capacidad para resolver problemas, la autogestión, el manejo de herramientas digitales —desde Excel hasta inteligencia artificial—, una comunicación clara y efectiva y el análisis de datos son algunas de las competencias que hoy marcan la diferencia en un mercado laboral cada vez más competitivo. En términos generales, las habilidades se dividen en dos grandes grupos: las blandas (soft skills) y las técnicas (hard skills). Las primeras son transversales a cualquier rubro y cada vez más valoradas; las segundas permiten desempeñarse en entornos digitalizados y productivos.
Entre las habilidades blandas más buscadas se destacan la adaptabilidad, el pensamiento crítico, la capacidad para trabajar en equipo, la comunicación efectiva, la autonomía, la disposición al aprendizaje continuo y la inteligencia emocional. Estas competencias permiten desenvolverse con soltura en contextos inciertos, aprender de forma autónoma y colaborar con otros en entornos híbridos o completamente remotos.
Por otro lado, las habilidades técnicas más valoradas hoy incluyen el análisis de datos, el dominio de Excel avanzado, Power BI o SQL, el uso de herramientas de automatización como Zapier, Make o Google Apps Script, y el manejo básico de inteligencia artificial generativa como ChatGPT o Copilot. También se buscan conocimientos en marketing digital enfocado en resultados (como SEO, campañas pagas —Meta, Google Ads— y análisis de métricas), diseño UX/UI, y ciberseguridad.