El príncipe Enrique de Inglaterra y su esposa Meghan exploraron la idea de cambiar su apellido por el de Spencer tras meses de retrasos en la entrega de pasaportes británicos a sus dos hijos, informó el miércoles el diario The Guardian.
Enrique, duque de Sussex, creía que los retrasos en los pasaportes se debían a que las autoridades británicas bloqueaban las solicitudes por el uso del apellido Sussex y los títulos de SAR (su alteza real) para sus hijos, dijo el periódico, que citó una fuente que no identificó.
Una fuente con conocimiento del asunto dijo a Reuters que el príncipe había mantenido una reunión con el hermano de su difunta madre Diana, Charles Spencer, para hablar sobre el apellido.
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La fuente también dijo que otros artículos de prensa que decían que Spencer había aconsejado a Enrique no cambiar su apellido y que los obstáculos legales para hacerlo eran insuperables, eran inexactos.
Enrique, el hijo menor del rey Carlos, dejó sus funciones reales en 2020 y se trasladó a California, donde vive con Meghan y sus dos hijos, Archie y Lilibet.
Desde su partida, él y Meghan han sido muy críticos con la realeza en documentales de televisión, en una explosiva entrevista con Oprah Winfrey y, sobre todo, en la biografía superventas de Enrique, "Spare". El príncipe apenas se habla con su padre ni con su hermano mayor, el heredero al trono, el príncipe Guillermo.
En una entrevista concedida a la BBC el mes pasado, Enrique dijo que deseaba reconciliarse con la familia real británica, pero que su padre, el rey Carlos, no se habla con él por una disputa sobre su seguridad.
Con información de Reuters