La Flor, la línea de vinos creada por la nueva generación de la bodega Pulenta Estate, acaba de lanzar su más reciente etiqueta: La Flor Chardonnay. Este proyecto está liderado por Edu, Diego y Nina Pulenta, cuarta generación de la familia, junto a un equipo joven de enólogos, que buscan aportar su mirada propia a más de 100 años de historia vitivinícola.
“Desde que tomamos La Flor en nuestras manos, supimos que debía crecer con nosotros. Cada vino es parte de nuestra historia, y sumar un Chardonnay era un paso natural”, explica Nina Pulenta, Brand Ambassador para Europa y Asia. El Chardonnay es un varietal clásico que ha conquistado mercados en todo el mundo, pero para la familia Pulenta tiene un valor emocional especial: evoca recuerdos de reuniones familiares, largas charlas y la figura de Don Antonio, el abuelo que siempre tenía un vino blanco en su copa.
"Cuando decidimos crear este Chardonnay, pensamos qué lugar tendría dentro de La Flor. No se trata solo de sumar por novedad, sino de aportar algo que realmente tenga sentido. Eso también es sustentabilidad”, señaló Diego Pulenta. El lanzamiento mundial fue en mayo, anticipándose a la temporada de verano en el hemisferio norte, destino hacia donde ya está viajando este nuevo vino. “Hace más de veinte años que exportamos, y seguimos creciendo gracias a la calidad y el estilo que nos reconocen”, añadió Pulenta.
El nuevo Chardonnay de La Flor se distingue por su frescura y viveza, con notas frutales y cítricas típicas de los viñedos de altura en Alto Agrelo, Mendoza. A diferencia de otros vinos del mismo varietal, este tuvo un breve paso por roble francés de tercer uso, buscando aportar complejidad sin perder el protagonismo de la fruta. “No es frecuente ver tanto cuidado en una línea joven, pero esa es la diferencia de cuando la familia está involucrada”, señalan desde la bodega.
Hace tres años, La Flor renovó por completo su imagen con un rebranding audaz. El nuevo Chardonnay mantiene esa identidad visual, sumando una botella de color verde tenue que además es ecológica. “El cambio fue una revolución, sobre todo en cómo comunicamos en redes y en presentaciones. Ha sido todo un éxito, nos lo reconocen mucho artistas y diseñadores, que también son parte de nuestro público”, cuenta Nina Pulenta. “Tratamos que La Flor sea una fuente de inspiración, no solo por el producto sino también por cómo lo contamos, combinando arte, arquitectura e ideas que nos mueven”. Así nace La Flor Chardonnay: un vino que conjuga tradición y modernidad, pensado por la cuarta generación de los Pulenta para compartir su historia con el mundo.
El origen del Chardonnay
Originaria de la Borgoña, Francia, el Chardonnay es la uva blanca más plantada y consumida a nivel mundial. Su versatilidad le permite adaptarse a climas fríos como los de Champagne o cálidos como los de Australia, dando vinos elegantes, estructurados y con gran potencial de guarda. En sus aromas predominan las frutas tropicales, miel, frutos secos, manteca y notas florales, y suele destacar aún más tras un paso cuidadoso por madera.
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