Llega la temporada de frío a Argentina y descorchar un vino se convierte en una de las opciones elegidas por los argentinos para relajarse y entrar en calor, tanto con amigos como en soledad o en pareja. Si bien provincias como Mendoza, La Rioja, Salta o Córdoba son reconocidas por sus grandes producciones, Buenos Aires no se queda atrás y ofrece diversas opciones deliciosas para disfrutar. Cuáles son los tres vinos destacados por los sommeliers y cómo conseguirlos.
Los mejores 3 vinos argentinos producidos en Buenos Aires
El reconocido sommelier Gastón Niveyro (@gniveyro) destacó a tres vinos argentinos deliciosos que se producen en la provincia de Buenos Aires, ideales para tomar una copa en esta época invernal y cuyos viñedos cuentan con la posibilidad de ser visitados para disfrutar de una degustación.
1. Vino de la Costa de Berisso
A orillas del Río de la Plata, la Cooperativa de la Costa de Berisso produce vinos a partir de uvas americanas Isabella y Niagara. Estas variedades, casi desaparecidas en el país, fueron el corazón de una tradición local que llegó a producir más de un millón de litros anuales. Luego de décadas de abandono, en 2003 un grupo de vecinos reactivó la cooperativa, con el acompañamiento de la Universidad Nacional de La Plata. Hoy, el proyecto se renueva con prácticas enológicas modernas sin perder su identidad original. La cooperativa ofrece visitas guiadas todos los sábados, que incluyen un recorrido por los viñedos y una degustación de sus vinos.
2. Costa & Pampa
En Chapadmalal, a pocos minutos de Mar del Plata, la reconocida bodega Trapiche desarrolló el primer proyecto vitivinícola sobre la costa atlántica argentina, con un terroir influenciado por la brisa del mar y el clima templado y húmedo. La bodega elabora blancos frescos como Chardonnay, Albariño y Sauvignon Blanc, y tintos elegantes como el Pinot Noir. Si estás de visita por “La Feliz”, podés acercarte y participar de sus experiencias enoturísticas, con diferentes opciones de degustaciones.
3. Cordón Blanco
Cordón Blanco es una bodega familiar fundada en Tandil en 2008, luego de un profundo estudio de los suelos serranos. Hoy cuentan con dos fincas donde cultivan Carmenere, Cabernet Franc, Merlot, Syrah, Marselan y Sauvignon Blanc. El proyecto nació con la premisa de hacer vinos de lugar, reflejando la mineralidad y frescura del entorno tandilense. La bodega ofrece visitas guiadas, degustaciones y recientemente inauguró un espacio propio para disfrutar de una copa en cualquier momento del día.
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