La miniserie Task, creada por Brad Ingelsby, producida por Mark Ruffalo y emitida por HBO Max entre septiembre y octubre de 2025, ofrece un retrato crudo y emocional de la periferia industrial de Filadelfia: el condado de Delaware, en el argot local, al tiempo que articula una historia de crimen, familia, culpa y redención.
La trama de Task se centra en el agente del FBI Tom Brandis (interpretado por Mark Ruffalo), antiguo sacerdote, viudo y padre adoptivo, que encabeza una fuerza especial destinada a investigar una serie de robos violentos a casas controladas por una banda de motociclistas llamada Dark Hearts. Al mismo tiempo, nos introduce a Robbie Prendergrast (Tom Pelphrey), un trabajador de recolección de basura, padre soltero, que en el fondo gestiona un doble juego: por un lado, cuidar a sus hijos y su sobrina; por otro, dedicarse al robo bajo un impulso de supervivencia que lo lleva al límite moral.
Desarrollo y final de "Task"
Desde sus primeros episodios, la serie imprime una atmósfera dura, sin concesiones: la muerte temprana de un personaje entrañable deja claro que “todo está sobre la mesa”. En este escenario convulso, Tom y Robbie orbitan uno alrededor del otro, reflejando dos caras de la crisis: la institución policial, la ley y la marginación; pero la serie evita dividir claramente “buenos” y “malos”: porque ningún bando termina siendo mejor que el otro.
En el episodio final, la conclusión de los siete capítulos trae múltiples resoluciones: la traición dentro de la fuerza especial, la revelación de un topo, el sacrificio de personajes clave, el enfrentamiento entre bandas, y el cierre emocional de Tom con su pasado. El personaje de Anthony Grasso (Fabien Frankel), agente comprometido con los Dark Hearts, llega al límite de su culpa, mientras que Perry y Jayson (miembros del grupo criminal) atraviesan un desenlace fatal.
Explicación del final de "Task"
La escena final da cierre a los traumas personales de Tom: tras haber sido viudo y haber perdido el control de su vida, Tom decide perdonar a su hijo adoptivo Ethan, durante la audiencia del juicio en su contra por la muerte de su madre, y también dejar al pequeño Sam en una familia de acogida, reconociendo que no puede cargar con todos los papeles. El instante simbólico es el de Tom mirando por la ventana con la cortina movida por el viento: una señal de que la presencia de su difunta esposa sigue viva, una tregua con el pasado que le permite empezar de nuevo.
En este sentido, el final de Task no es un cierre limpio y sencillo: es más bien un acto de reconocimiento de la culpa, un paso hacia la sanación y una afirmación de que la redención no es total, pero sí posible. La violencia no desaparece, muchos personajes han muerto, y la institución sigue siendo frágil. Pero la serie deja un rayo de esperanza: la comunidad, la familia, el perdón… son tareas difíciles y necesarias.