Adiós Ozzy: un repaso por los mejores discos del rey del metal según la Inteligencia Artificial

Falleció el emblemático Ozzy Osbourne pero para los amantes de la música dejó una numerosa colección de discos solistas. 

22 de julio, 2025 | 17.02

Murió Ozzy Osbourne, el inconfundible Padrino del Heavy Metal, y dejó una cantidad increíble de discos que lo hicieron forjar una carrera solista tan icónica como con su etapa con Black Sabbath. Desde su partida de la banda que co-fundó, el Príncipe de las Tinieblas ha lanzado una serie de álbumes que no solo definieron el sonido del metal de los 80, sino que también continuaron evolucionando a lo largo de las décadas. Con su voz inconfundible y un talento innato para rodearse de guitarristas legendarios, Ozzy ha creado un legado discográfico que merece ser explorado.

A continuación, un repaso por los que, según la Inteligencia Artificial son los mejores discos de Ozzy Osbourne, ordenados del mejor al "menos mejor", pero todos ellos imprescindibles para entender la magnitud de su impacto en la música.

1. Blizzard of Ozz (1980): El Nacimiento de una Leyenda Solista

No podría ser de otra manera. El debut en solitario de Ozzy es una obra maestra incuestionable y el punto de partida para su exitosa carrera post-Sabbath. Impulsado por la genialidad de un joven Randy Rhoads en la guitarra, Blizzard of Ozz es un torbellino de riffs memorables, solos virtuosos y letras que capturan la esencia del metal oscuro y melódico. Temas como "Crazy Train," "Mr. Crowley," y "Goodbye to Romance" son himnos atemporales que siguen resonando con la misma fuerza hoy como hace más de cuatro décadas. La química entre Ozzy y Rhoads es palpable y llevó al álbum a un estatus legendario.

2. Diary of a Madman (1981): La Consolidación de una Visión Musical

Siguiendo de cerca los pasos de su predecesor, Diary of a Madman solidificó la dirección musical de Ozzy, nuevamente con la brillante contribución de Randy Rhoads. Este álbum es quizás un poco más oscuro y experimental que Blizzard of Ozz, con temas como "Flying High Again," "Over the Mountain," y la épica canción que da título al disco. La producción es impecable y la ejecución musical es sublime, demostrando que el éxito del primer álbum no fue una casualidad. Tristemente, sería el último álbum de estudio con la participación de Rhoads, lo que lo convierte en un testamento aún más valioso de su genio.

3. No More Tears (1991): Un Renacer Creativo y Sonoro

Tras una década de éxitos, No More Tears marcó un punto de inflexión en la carrera de Ozzy. Con la colaboración de Zakk Wylde en la guitarra, este álbum es más maduro y diverso, incorporando elementos de hard rock y baladas power. El tema titular, "No More Tears," es una épica de casi ocho minutos que muestra la complejidad musical de la banda. Otros éxitos como "Mama, I'm Coming Home" y "Desire" se convirtieron en clásicos, ampliando la audiencia de Ozzy y demostrando su capacidad para adaptarse sin perder su esencia. La producción es moderna y potente, lo que contribuyó a su éxito comercial.

4. Bark at the Moon (1983): El Impacto de Jake E. Lee

Tras la trágica muerte de Randy Rhoads, la presión sobre Ozzy era inmensa. Sin embargo, Bark at the Moon no solo cumplió las expectativas, sino que introdujo al talentoso Jake E. Lee en la guitarra. El álbum tiene una energía cruda y oscura, con riffs agresivos y solos vertiginosos. La canción principal, con su videoclip icónico, se convirtió en un himno instantáneo. Temas como "Centre of Eternity" y "So Tired" demuestran la versatilidad del álbum. Es un trabajo que, si bien diferente a los dos primeros, mantiene la calidad compositiva y la fuerza característica de Ozzy.

5. Ultimate Sin (1986): Una Furia Subestimada

A menudo subestimado, Ultimate Sin es un álbum que merece más reconocimiento. Con Jake E. Lee aún en la guitarra, el disco presenta un sonido más pulido y ochentero, pero no por ello menos potente. Temas como "Shot in the Dark" y "Lightning Strikes" son ejemplos de la capacidad de Ozzy para crear himnos de arena. Si bien algunos críticos lo consideran menos orgánico que sus predecesores, la calidad de la composición y la ejecución son innegables, y es un testimonio del período de experimentación y consolidación en su carrera.

6. Speak of the Devil (1982): El Testimonio en Vivo de una Era

Aunque no es un álbum de estudio, Speak of the Devil es crucial en la discografía de Ozzy. Grabado en vivo con Brad Gillis en la guitarra, este álbum es un tributo a las canciones de Black Sabbath de la era de Ozzy. Demuestra la capacidad del "Príncipe de las Tinieblas" para interpretar los clásicos de su antigua banda con una nueva banda. La energía en vivo es palpable y es un recordatorio de la poderosa presencia escénica de Ozzy.

7. Ozzmosis (1995): Un Paso Hacia lo Moderno

Ozzmosis es un álbum que, si bien polarizó a algunos fans por su sonido más contemporáneo, cuenta con momentos brillantes y una producción impecable. Zakk Wylde regresa a la guitarra y temas como "Perry Mason" y "See You on the Other Side" demuestran que Ozzy podía seguir siendo relevante en un panorama musical cambiante. Es un disco que vale la pena revisitar por su ambición y algunos de sus himnos más subestimados.

8. Down to Earth (2001): La Madurez del Padrino

Marcando el inicio del nuevo milenio, Down to Earth muestra a un Ozzy más reflexivo, pero sin perder su mordida. Con Zakk Wylde nuevamente, el álbum tiene un sonido más pesado y moderno, pero con la inconfundible voz de Ozzy guiando cada canción. Temas como "Gets Me Through" y "Dreamer" son ejemplos de la capacidad de Osbourne para escribir canciones emotivas sin sacrificar la potencia.

9. Black Rain (2007): Oscuridad y Reflexión

Con un sonido más oscuro y con letras que reflejan la madurez de Ozzy, Black Rain es un álbum sólido que demostró que el Príncipe de las Tinieblas aún tenía mucho que decir. La colaboración de Zakk Wylde una vez más eleva el nivel de las composiciones, y temas como "I Don't Wanna Stop" son prueba de la energía que aún conservaba Ozzy en sus shows.

10. Scream (2010): La Incorporación de Gus G.

Scream es notable por ser el primer álbum de Ozzy sin Zakk Wylde en la guitarra desde 1995, presentando al talentoso Gus G. El álbum tiene un sonido más directo y agresivo, y aunque no alcanzó la misma notoriedad que algunos de sus trabajos anteriores, contiene riffs poderosos y la inconfundible voz de Ozzy, demostrando que siempre estaba dispuesto a explorar nuevas colaboraciones.

11. Patient Number 9 (2022): Un Canto de Resiliencia

El trabajo más reciente de Ozzy es un testamento a su indomable espíritu. A pesar de sus problemas de salud, el "Príncipe de las Tinieblas" regresó con un álbum lleno de colaboraciones estelares, incluyendo a Tony Iommi, Jeff Beck, y Eric Clapton. Si bien la voz de Ozzy no es la de sus mejores años, la pasión y la convicción son innegables. Es un álbum que demuestra su amor por la música y su voluntad de seguir creando, convirtiéndolo en un emotivo capítulo final (hasta ahora) de una carrera legendaria.

12. Ordinary Man (2020): Un Grito de Vulnerabilidad

Lanzado en un momento personal difícil para Ozzy, Ordinary Man es un álbum sorprendentemente introspectivo y emotivo. Con la participación de Andrew Watt en la producción y la guitarra, además de estrellas invitadas como Elton John y Slash, el disco muestra una faceta más vulnerable del artista. Si bien se aleja de la ferocidad de sus primeros trabajos, es un álbum sincero y conmovedor que revela la humanidad detrás del icono.