El mundo del tango está atravesado por una triste noticia que salió a la luz durante la mañana del jueves 7 de agosto: murió uno de los compositores y directores más destacados de la música popular. A los 88 años, el artista perdió la vida y tanto colegas del ambiente como público lo despiden con pesar en las redes sociales.
El bandoneonista, compositor y director Osvaldo Piro falleció este jueves 7 de agosto a los 88 años. El prestigioso artista se encontraba en la localidad de La Falda, Córdoba, y venía atravesando una enfermedad por la cual había sido internado días atrás, ya que sufrió una descompensación.
La carrera de Osvaldo Piro
Nacido el 1° de enero de 1937 en el barrio de La Paternal, Buenos Aires, Piro comenzó a tocar el bandoneón muy joven: debutó a los 15 años en la orquesta de Ricardo Pedevilla y a los 16 ya formaba parte de la orquesta de Alfredo Gobbi, una de las grandes formaciones del tango tradicional. Luego pasó por la de Fulvio Salamanca y en 1965 fundó su propia orquesta, auspiciado artísticamente por Aníbal Troilo, quien incluso lo presentó en la tapa de su primer disco.
A lo largo de su trayectoria, Piro recibió numerosos reconocimientos: ganó la Palma de Oro en el Festival de La Falda en 1965, el premio Martín Fierro por revelación musical en 1966, fue distinguido como Ciudadano Ilustre de Buenos Aires en 1995 y obtuvo Premios Konex como Director de Orquesta Típica (1985) y Conjunto de Tango (1995). Además, dirigió la Orquesta Nacional de Música Argentina "Juan de Dios Filiberto" entre 1994 y 2000, y llevó el tango por escenarios de Europa, Asia y América. Su obra instrumental, especialmente Azul Noche y Octubre, son de las que más reflejan su sensibilidad e identidad tanguera.
Además de compartir una extensa y fructífera sociedad artística, Osvaldo Piro y Susana Rinaldi fueron pareja durante varios años, en una relación que combinó lo personal con lo profesional de manera intensa y creativa. No solo renovaron el tango desde el escenario, sino también desde una mirada comprometida con lo cultural y lo político. Rinaldi encontró en Piro un director musical que supo realzar su estilo dramático con arreglos sofisticados y modernos. El vínculo entre ambos trascendió el escenario, dejando una huella en la historia del tango argentino contemporáneo.