Final explicado de "Cartas del pasado", la serie turca de Netflix de gran éxito

Todo lo que hay que saber sobre el desenlace de "Cartas del pasado". Te explicamos el final de la serie turca de Netflix.

28 de julio, 2025 | 13.14

La serie turca de Netflix Cartas del pasado se convirtió en uno de los éxitos más inesperados del año en la plataforma. Esta serie mezcla drama, misterio e identidad familiar en una historia profunda y conmovedora. Su trama se centra en Elif Ayar, una joven que, tras la muerte de su madre, encuentra una carta que revela un secreto largamente oculto: fue adoptada. Esa revelación da inicio a una intensa búsqueda de identidad y, por supuesto, a un final tan doloroso como liberador.

La serie, que rápidamente ganó popularidad en Argentina y otros países de habla hispana, gira en torno a una pregunta central: ¿quiénes somos cuando descubrimos que nuestras raíces no son las que pensábamos? Con una narrativa que mezcla el presente con recuerdos de un viejo club de literatura de secundaria, Cartas del pasado se sumerge en los lazos rotos, las heridas no cicatrizadas y las verdades que duelen, pero también liberan.

Final explicado de "Cartas del pasado", la serie turca de Netflix

El punto central del final de Cartas del pasado gira en torno a la verdadera identidad de la madre biológica de Elif. En un momento, Zuhal, una influencer con un pasado ligado al club de literatura del colegio, intenta hacerle creer a Elif que ella es su madre, en un intento desesperado por tener una familia. Sin embargo, pronto se descubre que la verdadera madre es Banu, otra excompañera del grupo, quien tuvo una hija en secreto luego de una noche con Murat, también miembro del club.

"Cartas del pasado" tiene un final tan conmovedor como reflexivo.

La revelación llega a través de una conversación intensa entre Zuhal, Banu y Murat. Zuhal, observando un detalle en la caligrafía de la carta que desató todo, acusa a Banu de haberla escrito. Banu intenta negarlo, pero finalmente confiesa: sí, ella es la madre biológica de Elif, y Murat es el padre. Él, devastado, admite que jamás supo del embarazo y se siente profundamente herido por la omisión de Banu, especialmente al haber estado tan cerca de su hija sin saberlo.

El final toma un giro emotivo cuando Elif, lejos de actuar con rencor, demuestra comprensión y madurez. Invita a Banu y a Zuhal a su cena de cumpleaños, donde les muestra una antigua foto del club literario. En ella, dice, también aparece ella misma: aún no nacida, pero presente en el vientre de su madre. Cuando Zuhal intenta retomar el relato, Elif la detiene. Entonces confiesa que su búsqueda por conocer sus orígenes no fue impulsada solo por la necesidad de saber, sino por el vacío que le dejó el Alzheimer de Fatma, la mujer que la crió con amor y dedicación.

La escena final de la serie deja un mensaje poderoso, y es que la identidad no está únicamente en la sangre, sino en los lazos que se construyen con amor. El epílogo muestra nuevos comienzos para todos: Banu se muda a Alemania con Mert, quien finalmente la valora; Zuhal deja su carrera de influencer y busca una vida más auténtica; y Elif, por fin en paz, acepta que Fatma fue, es y será su verdadera madre.